¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY SANANDA!
Una vez más, y lo repetiré siempre, mi corazón estalla de alegría cada vez que puedo estar aquí con ustedes. Trayéndoles un pequeño mensaje.
Estamos todos juntos. En este momento, una infinidad de Seres de Luz rodea este planeta y emana todo el Amor y la Luz necesarios para los procesos que están ocurriendo. La Luz de Alción es intensa y está actuando en cada corazón, actuando en cada mente. Apagando las sombras; todo aquello que muchos no quieren ver y se empeñan en no ver.
El camino de la evolución no es un camino difícil, como muchos de ustedes decís. Incluso es un camino fácil, si lo recorres con amor y sabiduría. El gran propósito de caminar hacia la evolución es precisamente soltar tantas ataduras, tantas cadenas, tantas creencias que os impiden caminar; elevaros; avanzar.
Pero hay un punto que desconcierta todo este proceso, y es el ego. Como ya he explicado en mis cartas, el ego es importante porque siempre aporta un sentido de supervivencia, de protección, que es necesario para mantener la vida, de lo contrario no tendrías miedo de nada y morirías fácilmente, sin comprender realmente lo que está pasando.
Así que desempeña un papel muy importante en la conciencia humana. Pero también ha sido acostumbrada y enseñada a mantenerte siempre en un estado de desconfianza, duda e incertidumbre. Y esto siempre trae más duda, más incertidumbre, impidiéndote avanzar. Cuando la duda plaga vuestras mentes, trae consigo tantos pensamientos, totalmente sin propósito; pensamientos inútiles; pensamientos de baja vibración.
Cuando hay duda, todo es posible. Así que creáis hechos fantásticos y verdaderamente inimaginables en vuestras mentes. Rara vez hay alguien capaz de crear algo que realmente te haga evolucionar, te haga aprender o te haga dar un paso adelante. Y el ego alimenta esta duda, porque quiere daros a cada uno todas las posibilidades, para que no os equivoquéis. Suena irónico, pero rara vez eliges bien.
Porque siempre empiezas eligiendo lo más fácil; el camino más corto, más sencillo, que no te haga sufrir, que no te haga pensar demasiado, que no te haga analizar el hecho. Y con esta elección equivocada, solo alimentas cada cadena, cada atadura, cada problema. Y no evolucionas. Te hundes cada vez más.
Así que el gran propósito en el camino de la evolución no es elegir siempre el camino más difícil, como mucha gente piensa. Es elegir el camino que te dice tu corazón. Incluso si es el que no quieres seguir, porque va a ser un trabajo duro, vas a tener que cambiarte a ti mismo, vas a tener que cambiar tu forma de ser; y eso no es bueno. Por eso ves los caminos como difíciles. Y eliges los fáciles.
Pero yo os diría a todos y cada uno de ustedes que estos caminos parecen difíciles precisamente porque se ven a través de los ojos del ego. El ego siempre os mostrará que el camino es muy difícil; que sufriréis, que tendréis que hacer esto, aquello y lo otro. Y acabas desistiendo. En realidad, no es nada de eso. Esta dificultad es una gran ilusión.
Las dificultades las plantean vuestras mentes, no la realidad. Porque cuando hacéis las elecciones correctas para eliminar vuestras ataduras, todo sucede fácilmente, con el menor sufrimiento posible. Dios Padre/Madre sería despiadado si, cuando eligieras el camino correcto, te hiciera sufrir. Ese sería el castigo. «Sí, te doy el camino fácil, pero tendrás que sufrir para llegar». Ese no es Dios Padre/Madre.
Él es solo amor. Por eso quiere que elijas el camino fácil, para que no sufras, y para que crezcas, para que aprendas, para que te conviertas en un ser mejor, en un alma mejor. Si empiezas a observar, cada una de las sombras que aparecen y que miras ya las etiquetas como difíciles de resolver. Pero si observas con amor, arrojas luz sobre esa sombra, ¿qué ocurrirá? Desaparece. Desaparece. Y fácilmente puedes encontrar la manera de no dejar que vuelva.
Las personas de tu mundo actual están totalmente desequilibradas porque miran sus sombras y están aterrorizadas. No creen que provenga de ti. «No, yo no soy así. Soy un ser maravilloso y perfecto». Es el ego el que habla. El ego siempre te da la impresión de que eres perfecto. No necesitas cambiar nada. Entonces, ¿cómo ves lo que viene de ti? «No es real, es mentira, no quiero verlo». Así es como actúas.
Así es como actúa hoy la mayoría del planeta. No quieren mirar sus sombras. No quieren admitir que cometen errores. No quieren admitir que no son tan perfectos. Y que necesitan cambiar. Necesitan hacer las cosas de otra manera. Pero si supieran que todo lo que se necesita es un movimiento de Amor y Luz, y la respuesta llegaría tan fácilmente, acabarían disfrutando de este ejercicio; y eliminarían todas sus sombras. Y todos, ahora mismo, estarían celebrando su ascensión. Porque todos estarían limpios. Todos estarían libres de sus ataduras, libres de las cadenas que les aprisionaban.
Y aunque todavía tengas algunas sombras que resolver, no les des la espalda. Porque se hacen cada vez más grandes. Y puede llegar el día en que te cubran. Y entonces incluso puedo decir que será un poco más difícil. La cantidad de Luz que tendrás que emanar para disolverla, para resolver esta sombra.
Así que el gran secreto es atacarlo cuando aparece, porque viene pequeño; viene casi imperceptiblemente. Y si la llenas de Luz y Amor, se va y nunca vuelve. A no ser que vuelvas a sembrar la sombra.
Así que, hijos e hijas míos, el cambio no es difícil. Todo lo que se necesita es Luz y Amor. Tenéis que aceptar vuestros errores. Todos ellos. No importa los feos y horrendos que sean. Tenéis que liberaros. Y sobre todo, libérate de la gente. Creas cadenas con la gente. Las mantienes atrapadas dentro de ti, dentro de tu mente. Porque nadie está atrapado por nadie.
Los que se dejan aprisionar también se equivocan, porque todo el mundo es un alma libre. Nadie puede estar atado a nadie. Todo el mundo tiene libre albedrío y todo el mundo tiene derecho a la libertad. Entonces, ¿por qué encarcelas a la gente que te rodea? ¿Por qué las mantienes atadas? Por miedo a perderlas. ¿O miedo a no poder imponerles nada, a perder tu autoridad?
Estas sombras son difíciles. Yo diría que son las más difíciles. Pero son las que mantienen prisionera a la mayoría del planeta. El poder sobre el otro. Liberaos, hijos e hijas míos. Corten esas cadenas. Suéltense. Y os aseguro a todos y cada uno de ustedes que hoy queréis volar, pero no podéis. Porque hay tantas cadenas y bolas de hierro atadas a ustedes. Porque hay muchas cadenas y bolas de hierro atadas a ustedes que no os permiten volar.
Ahora, corta esas cadenas. Suelta todo y a todos. Vive solo el momento presente. De la forma que sea mejor. Y suéltate; rompe todas las cadenas. Y te garantizo que aprenderás a volar. Puede que incluso sea en tu imaginación, pero te sentirás tan ligero y tan libre que tu sueño de volar se hará realidad. Y entonces te hago una pregunta: ¿Por qué no?
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza