¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡SOY SANANDA!
Una vez más, estar aquí es siempre motivo de gran alegría. Es la oportunidad que tengo de estar un poco más cerca de la mente de cada uno de ustedes. Hoy quiero sacar un tema algo complejo, diría yo, un tema controvertido también. El creer. ¿Qué es creer? Muchos llaman tener fe, confiar. Es una forma de entender lo que es creer. Ahora es muy importante que no traduzcan creer, poniendo todo su empeño, todo su deseo en ser eso, como si fuera algo mágico en lo que crees y ya va a pasar. Entonces muchos podrán decir: “Ah, pero esto les pasa a muchos por ahí”.
Sí, pero ¿estás dentro de ellos para saber qué han hecho además de creer? ¿Sigues su camino, sigues sus sentimientos? No, solo estás mirando hacia el exterior. Creer es poner el foco, correcto, creer es ver que ya sucedió, correcto, creer es no preocuparse de cómo, correcto, todo eso es correcto, son pasos de creer. ¿Y dónde entra tu parte, dónde entra tu parte en toda esta historia? Aquí te doy un ejemplo: Tienes una semilla, siembras esa semilla, la tierra, el agua, el sol hacen brotar esa semilla y puede, en algún tiempo, convertirse en una hermosa verdura, en un hermoso árbol, dependiendo de la semilla plantada.
Entonces me dirás: “Viste que el árbol creció solo, yo no hice nada”. Y yo respondo: Realmente tu única interferencia fue poner la semilla en la tierra, pero por la misma naturaleza de la semilla, tiene un ciclo evolutivo, tiene un ciclo de vida, donde sabe que estando en el ambiente adecuado necesita desarrollarse y tiene toda la ayuda de la naturaleza para llegar al final de su proceso. Así que no compares tus deseos, tus creencias, con una semilla. La semilla está viva, contiene vida dentro de sí. Las células de una semilla, sin embargo, que parecen muertas, están en plena evolución y si se colocan en el ambiente adecuado, germinan y brotan. No compares tus deseos con una semilla.
Entonces vamos, realmente quieres tener algo y simplemente pones una idea en algún lugar y te olvidas. Un día sembraste esta idea, pero ¿qué hiciste con ella? Nada, no te enfocaste en ella, no lo viste suceder, no creíste que pudiera germinar y brotar, porque no tiene vida, es solo un deseo. Un deseo es algo que está en tu mente, no en la tierra, no en el aire, no en el agua, el deseo está en tu mente. Simplemente, emanas al universo lo que quieres y luego empiezas a creer que funcionará. Pero tuviste la idea y la creíste una vez, no alimentaste esa idea. ¿Qué le pasa a ella?
Nuevas ideas van surgiendo y ellas van siendo enterradas por ideas más nuevas y más recientes, y luego, un día, recuerdas esa idea … “Mira, nunca volví a pensar en eso”. Y luego ella vuelve a ser una prioridad. Pero lo olvidas de nuevo y va siendo enterrada por las otras ideas. Entonces vamos a agregar otra acción:
Tienes una idea y cada día la alimentas, ¿la alimentas con qué? No es con agua, no es con sol, no es con tierra. La alimentas con buenos sentimientos, la alimentas con la alegría de ver la idea fructificar, con la alegría de ver la idea materializada. Pero lo haces siempre que puedes, te acuerdas y le echas un poco más de abono a esa idea. Y cada vez que haces eso, emanas un sentimiento y esa idea crece en el universo. Pero si lo olvidas, se marchita, pierde su vigor y casi muere para el universo. Él deja de prestar atención a tu idea porque tú mismo no le estás prestando más atención
Ahora bien, si miras frecuentemente la idea, te acuerdas de ella y colocas una semilla más, un abono más; no semillas, no fertilizantes físicos, sino ese sentimiento de realización, ese sentimiento de alegría, de ver la idea formándose, también se forma en el universo. Y empieza a brotar y germinar en el universo y cuando le pones suficiente alegría y foco, la idea se hace realidad, porque tú la hiciste crecer, la alimentaste, le diste fuerza para crecer. No fue una idea que sembraste en tu mente… “Oh, se lo dejo al universo”. Sí, el universo lo hará, pero el universo siempre responde en primer lugar a aquellas ideas que son alimentadas, que son regadas frecuentemente y la tuya va quedando atrás.
Entonces, ¿qué es creer? Creer es poner foco, es mantener el foco, es hacer crecer la idea, es abonar la idea con más ideas complementarias, para que crezca, para que tome forma. Así que voy a hacer un paralelo, cuando crees en nosotros: “Ah, yo creo en el ser tal, en ser tal, en ser tal”. Muy Bien, ahí diremos algunas cosas y nos desafías, no sigues los consejos que te damos, no aceptas lo que decimos. Por supuesto, aquí no queremos títeres ni marionetas, porque tienes libre albedrío. Pero en algunos de los puntos de los que hablamos, si no están de acuerdo o no creen, terminarán atrayendo muchas dudas.
Y la duda es un sentimiento muy poderoso, porque rompe esa creencia, esa creencia no es lo suficientemente fuerte. Y entonces todo lo que dijimos, empiezas a cuestionar, empiezas a dudar y cada vez más crece esto también, porque estás alimentando dudas, ya no confías en lo que decimos. Y tu creencia está siendo disminuida, está siendo destruida. Vuelvo a decir que no queremos muñecos ni títeres, que meneen la cabeza y estén de acuerdo con todo lo que hablamos. Hay que pensar, claro que sí, pensar en lo que hablamos es una cosa, dudar o no creer es otra.
Pensar al respecto es darle tiempo a tu mente para absorber lo que decimos, entender, asimilar, esto está bien. Ahora, cuestionar, dudar de lo que decimos, ahí tu creencia se contamina. Entonces, cerrando este tema tan complejo que pongo aquí, de una manera muy simple, pero que no es tan simple, solo diría lo siguiente: Creer es poner el foco, es pensarlo.
Y cuando aparezca una duda, no la dejes crecer, busca el entendimiento, busca la verdad, para que el creer cada vez se consolide más. Porque si dejas crecer la duda, esta creencia se desvanecerá y llegará un punto en el que impugnarás todo lo que decimos, ya no creerás en nada. Y te será muy difícil ver la verdad, porque te has dejado llevar por lo que hay ahí fuera, involucrándote y llenándote de dudas. Cuando no entiendas algo de lo que hablamos, pídenos que te lo mostremos de una manera sencilla y que seas capaz de entender la verdad de eso allí y estaremos más que felices de mostrártelo. Y siempre mostramos, no se queden con dudas, el que duda no cree y el que cree no duda.
¿En qué punto del viaje están en relación con nosotros, a todos nosotros? Creen todo lo que decimos, creen con los ojos cerrados, sin siquiera entender lo que es, eso tampoco es bueno, porque entonces están siendo un títere. Es creer entender de lo que estamos hablando y si no entiendes pídenos que te expliquemos. Esto es creer, confiar, concentrarse, tener fe. Pero no esa fe que va a poner un vaso en un estante y tener fe en que algo brotará de allí. Es necesario que ya estén muy evolucionados para que esto suceda, sus mentes aún no son capaces de ello. Así que tengan fe en las cosas tangibles, en algo, en lo que puedan participar en la creación. Entonces sí, creer será perfecto y el universo hará su parte, ayudando a que esto suceda en tu camino.