¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY SANANDA!
Mi corazón siempre estará lleno de alegría; siempre que pueda estar aquí con ustedes. No temáis nada. Nada es lo que parece. Tenéis que ser conscientes y estar seguros de algo muy importante: No hay nada en el Universo que pueda contrarrestar la fuerza de Dios Padre/Madre. No hay nada que pueda destruirla, que pueda amenazarla o que pueda igualarla. No lo hay y nunca lo habrá.
Es importante que te des cuenta de que cada cosa tiene la fuerza que tú le pones. Todo mal presentimiento, si se alimenta, empeora. Cada mala idea, si se alimenta, crece. Así que hay que poner fuerza en lo que uno cree. A menudo es algo que nació débil, sin forma, pero cuando pones en ello tu concentración, tu atención y tus sentimientos, crece. Y toma la forma y la fuerza que le da tu mente.
No temas nada. Todo ha estado siempre bajo nuestro control. Siempre olvidas algo importante, que es el libre albedrío. Tú eliges pasar por muchas cosas. Elegiste unirte al mundo que existe hoy; a la energía que hay hoy en el planeta. No hemos perdido nuestra fuerza, no os hemos abandonado; simplemente respetamos lo que habéis creado.
Así que hoy has dado fuerza a las energías negativas. Y todo tiene consecuencias; todo tiene un retorno. Te advertimos que este sería el último disparo, y vinieron con toda su fuerza. Pero, ¿Seguimos sentados sin hacer nada? Por supuesto que no. Hicimos nuestra parte. Para que nada en el proceso fuera cambiado o modificado. Ahora, la parte de cada uno de ustedes depende de su mente y de su corazón.
No podemos hacer nada. No podemos cambiarte, no podemos simplemente sacarte de la situación. No podemos actuar directamente sobre ti, porque tú tomaste las decisiones. Muchos siguen creyendo que… “Oh, yo puedo hacerlo, luego lo arreglaré o me ayudarán”. Sí, siempre tendrás la oportunidad de corregir, ahora depende de lo que hagas. Y no, no seremos cómplices ayudándote a limpiar el desastre que has hecho.
Así que ahora mismo, nos estamos ocupando del proceso. Y sigue avanzando, con paso firme. Gaia en su camino de ascensión; perfecta, sin preocuparse de nada, sólo siguiendo su curso. ¿Y ahora ustedes? Cada uno ha hecho su elección. Cada uno ha vivido lo que quería vivir. Así que ahora no lloréis. ¿Te arrepientes? No es que no tenga sentido; el problema es arreglar lo que has hecho. No hay tiempo.
Hijos e hijas míos, dejad de ser niños que hacen las cosas mal y luego corren a pedir ayuda a papá o a mamá. Afrontad vuestros errores. No sois niños. No podemos hacer nada. Y no haremos nada. Todo en vuestro mundo está llegando a su límite. Y es un límite creado por ti, porque lo alimentas, le das fuerza. Así que no hay nada que podamos hacer. Solo mira a aquellos que continúan en el camino, continúan en el camino, siguiendo el camino correcto.
Recordad, hijos e hijas míos: todo lo que existe en vuestro mundo tiene el poder que ustedes ponen en él. Por supuesto, algunos seres son extremadamente poderosos. Pero no son tantos. Es como si os ofrecieran un trozo de tarta deliciosa. Y te lo comerás entero. Pero solo te ofrecieron un trozo. Fuiste tú quien quiso comérselo entero. No les culpes. Son quienes son, están en su papel.
La elección siempre estará en tus manos. No estás obligado a hacer nada. “Ah, pero mi mente está manipulada.” ¿Y por qué está manipulada? Porque te involucraste en la energía. No vino a ti de la nada, si estuvieras vibrando alto, no te tocaría. Pero te conectaste con ella. ¿De quién es la culpa? No hay culpa, siempre hay elecciones. Toma las tuyas. Cada día, cada momento. Pero no vuelvas después lamentando lo que has hecho.
El proceso sigue en marcha. ¿Qué ha cambiado? La gente. Muchos han perdido el rumbo, por desgracia. Muchos han cometido pequeños deslices, pero ya están retomando el camino. Sí, también tendrán su parte de retrasos. Nada queda impune. Pero eran conscientes, sabían cómo protegerse, así que el daño fue pequeño. Hubo daños, pero fueron pequeños. Y están volviendo a la normalidad.
Ahora, date cuenta siempre: la Luz está en todas partes. No es el mal lo que se esparce, es la Luz. El mal está en lo que eliges vivir; en el sentimiento que eliges vibrar. No está a la vuelta de cada esquina. La Luz está en todas partes. Es imperativa. Ahora, lo que sientes, lo que haces, son las consecuencias de tus elecciones.
Estén preparados para los resultados de tus acciones.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani M. Bugalho
