¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY SANANDA!
Una vez más es con gran alegría que puedo estar aquí con ustedes. Hoy les traigo una pregunta: ¿Por qué no podéis entender lo que pasa con ustedes? ¿Por qué te quejas tanto? ¿Por qué sigues cuestionando lo que te sucede?
Cada uno de ustedes está atrayendo a su camino lo que es necesario para su evolución; les guste o no; sea fácil o no; sea pacífico o no; sea con un extraño o con alguien dentro de su casa. Nada ocurre a propósito. Todo es parte de un gran proceso, y ahora mismo es el proceso individual que cada uno está atravesando para su evolución. Intentar comprender, preguntar por qué, no te dará las respuestas. Entonces, ¿cuál es la actitud correcta? Mira todo lo que te ocurre con amor. Ya sea sufrimiento o alegría. No serán tiempos fáciles, hijos míos. Todos pasaréis por contratiempos muy difíciles, pero sin duda serán un peldaño en la escalera de vuestra evolución. No tiene sentido rebelarse. No tiene sentido estar triste, no tiene sentido discutir o tratar de hacer que la otra persona entienda.
Ahora es el momento de retirarse. No pienses que eres inferior. No pienses que todos los que te rodean te harán lo que quieran. Por qué te lo digo: ¿Quién puede atacarte? Aquel a quien permites que te ataque. Porque cuando una persona te ataca y tú no quieres que te ataquen, simplemente le dices que pare y te alejas de ella. Si no paran, puedes ser un poco más contundente, incluso puedes dar portazos, pero no estás obligado a escuchar lo que te hacen. Nadie tiene por qué hacerlo.
Así que hay que saber comportarse. No se trata de acobardarse como un perro asustado y permitir que los demás hablen, hagan y sucedan contra ti. Tú tienes tu forma de pensar. Ya tienes tu camino. Ya has tomado tus decisiones. Entonces, ¿por qué permitirlo? Ponle freno, porque mientras no le pongas freno, todo el mundo pensará que tiene derecho a atacarte, a desafiarte, a disminuir porque se cree poderoso.
Así que desde el momento en que dices: “Se acabó. No te escucho más. Respétame”. Da la espalda y aléjate. No tienes que escuchar nada. No te sientas inferior. No te sientas acobardado. Tienes que ser fuerte, y mostrar tu fuerza; no fuerza bruta, no fuerza física, no palabras duras. Simplemente ponle fin. Depende de cada uno de ustedes exigir respeto. Y el respeto es simplemente: “He terminado aquí. Se acabó”.
Y cada vez que intenten volver a sacar el tema, no te quedes cerca. Haz valer tu forma de pensar. ¿Por qué tendrían que imponer algo a los demás? Deja que cada uno siga su camino y respete el de los demás. Si ese camino es equivocado o correcto, el tiempo lo dirá. Entonces, hijos míos, se producirán los atentados, y serán muchos.
Comprended, emanáis Luz, mucha Luz. Y aquellos que todavía caminan, yo no diría en la oscuridad, sino en la ignorancia de lo que está sucediendo, están más cerca de la oscuridad que de la Luz. Y tu Luz les molesta, porque no sienten la Luz. De hecho, muchos se aferran energética y absurdamente a sus creencias altamente limitantes, porque las dudas y pensamientos que siguen apareciendo en sus mentes les están volviendo locos, sin saber a quién creer.
Entonces te conviertes en una amenaza, ¿y por qué? Porque no tienes dudas, ya has encontrado el camino, sabes exactamente lo que quieres. Así que esas personas te miran y se preguntan: “¿Por qué ella ya no tiene dudas y yo tengo la cabeza llena de dudas?”. Así que te atacan, tratando de entender cómo has logrado esta hazaña de estar totalmente en equilibrio, totalmente donde nada te sacude, donde nada te quita tus creencias.
Y así será para muchos. Por desgracia, diré que muchas relaciones se romperán. Entre todos los tipos de relaciones, dependerá de cada uno de ustedes hacer una elección: seguir aquello en lo que creéis, incluso solos, o complacer a los demás para intentar seguir su camino. Depende de ti hacer esa elección. Nadie puede hacerla por ustedes.
Hijos míos, la separación entre el trigo y la paja es muy fuerte, y los que son paja no pueden encontrar el camino para ser trigo, porque no pueden soltar lo que han aprendido, siguen atrapados en todas las creencias limitantes que una vez tuvieron que aprender. Y se sienten enfadados porque no estás conectado con ellos. ¿Cómo es que has conseguido liberarte, cómo es que no crees en nada de lo que ellos creen y consigues vivir?
Esa es la pregunta que se hacen. “Nosotros seguimos todo a la perfección, y estamos llenos de dudas, y ustedes, que no seguís nada, nada en lo que creemos, estáis ahí, tranquilos, en equilibrio/ ¿Cómo podéis?”. Entonces empiezan a verte como algo malo, como algo que no pertenece a Dios. Donde es exactamente lo contrario, te has liberado de creencias, conoces el camino, y lo sigues, a tu manera, pero lo sigues.
Así que no tengáis miedo, hijos e hijas míos. No puedo decirles que vendrán tiempos mejores. Sí, vendrán, pero después de la tormenta. Cuando la tormenta haya pasado, entonces podré deciros: Tiempos de gran Luz y gran paz y gran Amor están en camino. Están en camino, pero primero tenéis que atravesar la tormenta. No hay atajo. No hay otro camino.
“¿Todos atravesarán las tormentas?” Casi puedo decir que sí. Todo el mundo la está atravesando, cada uno a su manera. Cada uno está viviendo sus propias tormentas, y sabiendo refugiarse en el momento oportuno, o exponerse en el momento oportuno. Créeme, los que confían pasarán por la tormenta, pasarán por lo que les venga, pero deben pasarlo con Amor, porque si este no es el sentimiento, la tormenta continuará hasta que aprendas a respetarte, a exigir respeto, y a caminar solo si es necesario.
No esperes tiempos fáciles en un corto espacio de tiempo. Los tiempos fáciles llegarán, pero después de las tormentas.
Traducción: Bernadete Maria Marafon
Revisión: Regiani Maria Bugalho