¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡SOY SANANDA!
¿Estar preparado para la ascensión o no estarlo? Muchas personas se hacen esta pregunta. Piensan en ello. Y esto genera dudas. ¿Qué vale la pena hacer? Entonces yo te pregunto: ¿Vale la pena vibrar Amor o no? ¿Vale la pena llenarse de Luz o no? ¿Vale la pena ser un ser evolucionado y emanar evolución o no?
Tu jornada dependerá de estas respuestas. Es como si tuvieras un gran obstáculo que superar…. Te voy a poner un ejemplo por el que muchos de ustedes están pasando en la actualidad. Estudiáis, estudiáis, pero para tener una formación más profunda, tenéis que hacer exámenes. ¿Aprueba todo el mundo? No. Hay pocas plazas. Pero, ¿te rindes? No. Lo intentas.
Y si no lo consiguen, muchos se rinden. ¿Y qué ocurre? Permanecen en esa franja de conocimiento, de enseñanza, hasta que toman otra decisión. Nada cambiará. Muchos no lo consiguen, pero siguen intentándolo. Y cada vez que mejoran, más y más y más, se vuelven más capaces de lograr su objetivo. Así que no pierden nada.
Ahora bien, mucha gente me dirá: «No, sí que pierdes. Pierdes años de tu vida, pierdes tiempo». ¿Cuánto vale un sueño? ¿Cuánto vale un objetivo? Cuando lo quieres, encuentras el camino. No detienes la vida. La vida continúa. Tal vez un poco más difícil, más ardua, pero esa meta permanece en el corazón. Y los que no lo consiguieron aquella vez siguen intentándolo, no se rinden. Y todo su esfuerzo, toda su determinación, algún día darán sus frutos. Saldrán adelante y lograrán su objetivo.
Moraleja: nunca te rindas. Porque siempre se gana intentándolo. Ganas experiencia, ganas fuerza, valor y determinación. Y cuanto más difícil sea, más decidido serás. Así que es una gran lección de vida.
El ascenso es lo mismo. Lo intentas, te preparas para ello. Y si no lo consigues, ¿qué vas a hacer? ¿Volver a la baja vibración? ¿Vas a seguir vibrando odio, revuelta, ira, vas a dejar todo lo que has conseguido? Es tu elección. ¿O vais a seguir luchando, preparándoos, evolucionando, para poder conseguir más?
Sí, hijos e hijas míos, siempre se trata de elecciones. El resultado final no importa. Porque nunca sabrás el resultado final; en todo en la vida. Anhelas algo, lo planeas, luchas por ello, pero no sabes realmente si lo vas a conseguir. Pero cuando lo consigues, es una alegría inmensa. Fue el resultado de todo ese esfuerzo, de toda esa energía puesta en ese proyecto. Así que valió la pena, ¿no?
Así que, te lo pregunto de nuevo, ¿merece la pena rendirse? ¿Porque no tuviste éxito la primera vez? ¿O vale la pena seguir evolucionando, aprendiendo, convirtiéndote en un ser humano mejor y ayudando a los que aún están rezagados? Cuando te miran y ven en ti un ejemplo: «¡Mira, no se rindió! Siguió adelante, así que yo también seguiré».
Este es el flujo del universo: que las almas siempre evolucionen. Involucrarte no forma parte del proyecto que Dios Padre/Madre creó. Él quiere que sus almas, sus hijos, evolucionen siempre, sin límite, porque no hay límite para la evolución. Sólo tienes que seguir adaptándote a cada abstracción; seguir yendo más allá; seguir queriendo evolucionar más y más.
No te arrepientas de nada. No te arrepientas de ningún paso dado hacia la evolución. Puede que no veas los resultados hoy, pero seguro que los verás mañana.
Para el Código de Luz de hoy, os dejo con las siguientes frases:
«Vale la pena caminar hacia adelante.
Vale la pena caminar hacia la Luz.
Vale la pena evolucionar con la Luz.
Y no importa si tengo éxito o no.
Siempre valdrá la pena seguir el flujo de la Luz».
Después de estas frases, di la siguiente palabra: ¡Victoria! ¡Victoria! ¡Victoria!
Es una palabra conocida. Así que llénate el pecho cuando la digas. Véanse viviendo la palabra. Véanse saboreando la victoria. Aprended a vivir cada momento, hijos e hijas míos. Y nunca os arrepentiréis.
Traducción: Ana Maria Souza
Revisión: Regiani M. Bugalho
