¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡SOY SANANDA!
Muchos no comprenden la forma en que intentamos que hagan algo que es importante en la caminada. Muchos siguen con las viejas creencias, que rezar y pedir, rezar y pedir, sentarse y esperar, sentarse y esperar, y que todo vendrá, todo será atendido.
Desgraciadamente, hijos e hijas míos, esta es una de las grandes mentiras que les contaron. Comprendan de una vez por todas que nosotros no les damos nada. Dios Padre/Madre no les da nada. Ustedes crean el camino. Ustedes reciben la recompensa.
Solo hay una acción que Dios Padre/Madre y cualquiera de nosotros hace por ustedes: envolverlos en un aura de energía superior, elevada, potenciando las acciones que ustedes realizan. Y esta aura de energía no se libera todo el tiempo. Se libera cuando hacen algo evolutivo, que involucra el Amor, que involucra la Luz. Entonces sí, podemos potenciar el momento, el acto, y lo hacemos. Solo eso.
No pongan expectativas en nosotros. No pongan expectativas en nada. Del mismo modo, el Camino de los Rayos. Algunos se aferran a ella como a esa cuerda que no les dejará caer, o como ese camino fácil que les llevará a la evolución. No es ni una cosa ni otra.
La caminata les ayudará a deshacerse de todo lo que aún cargan de vidas anteriores y de lo que no son conscientes. Sin embargo, no borramos todo sin que se haya aprendido la lección que ello implica. Eso sería muy fácil. Y no estamos aquí para facilitarles la caminata. Estamos aquí para impulsar su caminata.
No pongan todas sus expectativas solo en las meditaciones, en los momentos en que están con nosotros. Es necesario el cambio. Es necesario que cada una de las lecciones que pondremos en su camino (sí, también haremos eso) sean aprendidas.
Les daré un ejemplo. Ustedes tuvieron el mismo comportamiento durante 10 encarnaciones. No les daremos la lección 10 veces. Borramos 9 y queda una. Esta les llegará hoy, ahora, en esta encarnación. Para que ustedes, junto con nosotros, limpien ese proceso. Porque nosotros hicimos una parte, pero ustedes tienen que hacer la otra. Y yo diría que la otra es más importante, y tal vez la definitiva. ¿Lo entienden?
El trabajo se está haciendo de esta manera. Y les garantizo que, poco a poco, comenzarán a sentirse más ligeros. El camino se volverá más tranquilo. No estará 100 % iluminado y florido, pero será más fácil de recorrer en comparación con lo que han recorrido hasta ahora.
Pero la Caminata de los Rayos no es una tabla de salvación. No es ella, efectivamente, la que los llevará a la Quinta Dimensión. Es necesario, sí, que aprendan todas las lecciones que pondremos en su camino. ¿Se dan cuenta de que no es tan simple como muchos piensan?
La carrera por acceder al camino demuestra lo poco preparados que están. No les estamos abriendo la puerta para que pasen. Solo les estamos ayudando a encontrar el camino hacia la puerta. Pero si la puerta se abre o no, no seremos nosotros quienes lo hagamos. Serán ustedes.
Entonces, ¿por qué tanta desesperación? ¿Por qué tanta ansiedad? ¿Por qué tanta rebeldía si no pueden acceder al camino? Todo es producto de lo que ustedes emanan. Cada obstáculo, cada problema es creado por ustedes. Entonces, si hay dificultad para acceder, deténganse y piensen: «¿Por qué estoy creando esto?».
Porque usted lo está creando. Aprenda: todo lo que le sucede lo crea usted. Entonces usted podría preguntarme: «Pero, ¿no tengo control sobre eso, sobre muchas cosas?». Estoy de acuerdo. Pero usted tiene la capacidad de determinar cómo le llegan las cosas. Sí le llegarán de forma fácil y tranquila o problemática y difícil. Usted lo establece. Usted lo crea.
Este es un punto que aún no han entendido; y le echan la culpa de todo al otro. Sí, ustedes son capaces de crear todos los problemas posibles para dificultar su propio acceso. ¿Entienden el poder que tienen? Pero insisten en decir que la culpa es del otro.
Hijos e hijas míos, el camino no es solo meditación. El camino es la conciencia. Es comprender. Es entender. Es saber emanar correctamente lo que se quiere. Cada uno de ustedes recibió exactamente lo que emanó, y muchos insistirán en decir: «¡Pero yo no tengo la culpa!». Como siempre. Ustedes nunca tienen la culpa de nada. La culpa siempre es del otro.
Y vuelvo a repetir: ustedes crean todo lo que les rodea. Entiéndanlo. Con la ansiedad, con la desesperación, con la expectativa de que eso será su salvación. Entonces, entiéndanlo: nada, ni ningún proceso, ni ningún ser, será su salvación, porque no existe tal cosa, la salvación.
Lo que hay es un camino. Es un conjunto de acciones que os llevarán a tener una frecuencia vibratoria elevada y que, con ello, os permitirá ir a la Quinta Dimensión. No será nadie, no seremos nosotros, no será ningún procedimiento lo que elevará vuestra frecuencia hasta el punto de su ascensión.
Contribuiremos, sí, con muchos cuantos de Luz. Pero quienes llenan el vaso y quienes lo vacían son ustedes, no nosotros. Quienes se elevan y mantienen el vaso de Luz lleno son ustedes. Quienes cometen todo lo contrario al Amor y a la Luz y vacían este vaso son ustedes. Entiéndanlo. No existe la tabla de salvación.
Miguel fue muy oportuno cuando dejó un mensaje para todos ustedes antes de que tuvieran acceso a la caminata. Y es interesante que muchos no lo escucharon. Solo se preocuparon por tener acceso. Luego, decidieron escuchar y se arrepintieron de haber hecho lo que hicieron para tener acceso. ¿Entienden? Entienden cómo existe la desesperación, la ansiedad, de pensar que… «¡Ah, ahí está mi tabla de salvación!»; a veces los lleva por caminos más difíciles.
No estamos privilegiando aquí a quienes hacen la caminata. No hay, ni nunca habrá, privilegios para ningún hijo de este planeta. Claro que ustedes hicieron una elección, entonces les estamos dando una…, como ustedes dicen, una mano, para que puedan eliminar sus lecciones más rápidamente, más conscientemente. Pero no estamos eliminando lecciones para que ustedes no las hagan. Eso nunca lo haremos.
Las pruebas serán constantes, para que ustedes le demuestren al universo, no a nosotros, que la lección fue aprendida. Entonces, en ese momento, aplaudiremos. Porque habrán aprendido efectivamente, habrán ganado su quántum de Luz, con sabiduría, con Amor. Este es el camino, no hay otro. No hay atajos, no hay nada fácil. Y todo será cada vez más difícil, de aquí en adelante. Porque las pruebas se volverán cada vez más intensas. Y las lecciones que necesitan aprender son las más difíciles. Las más fáciles quedaron en el camino.
Porque son las lecciones más antiguas, son las acciones más antiguas. Donde las eras eran mucho más negativas. Es como una cebolla, en la que se quita la capa más externa y se sigue quitando, quitando, quitando, hasta llegar al centro. Eso es lo que hacemos. Ya hemos limpiado las capas externas a lo largo de vuestro camino. Estamos allí en medio, en el fondo, donde las lecciones más antiguas deben revivirse.
Así que, hijos e hijas míos, reevalúen sus comportamientos. Reevalúen sus elecciones. No hay mucho tiempo. Es necesario actuar.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
«Todo lo que he vivido hasta ahora ha sido una ilusión.
Necesito aprender a vivir la realidad.
Necesito aprender cada lección,
para convertirme en un ser evolucionado».
Después de estas frases, digan la siguiente palabra:
¡Propatôngnum! ¡Propatôngnum! ¡Propatôngnum!
Estamos aquí, estamos alrededor, estamos en todas partes, pero no nos vean como guardianes de la puerta. No empujaremos a nadie ni impediremos que nadie entre. La puerta es el camino; y será su vibración la que le hará pasar, o no, por ella.
Traducción: Manuel Vargas
Revisión: Regiani Maria Bugalho


