¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOMOS LOS SIRIANOS!
Muchos de ustedes, cuando estamos aquí transmitiendo un mensaje, sienten curiosidad por saber quiénes somos, ¿por qué no nos identificamos?
No es importante saber cómo soy, cómo me llamo. Lo importante en este momento es demostrar aquí el Amor por la raza humana, el respeto, el cariño y toda la dedicación que hemos tenido durante los últimos tiempos.
Todos ustedes sienten en sus corazones cómo somos. Si en este momento miran dentro de ustedes mismos, me verán frente a ustedes. ¿Cómo me parezco? Y no, en este momento no importa si soy un comandante, si solo soy un Siriano. Eso no hace ninguna diferencia. Porque somos millares, alrededor de su planeta, emanando Luz y Amor Incondicional. Ayudando en todo el proceso de ascensión del Planeta.
¿Somos todos iguales? ¡No! Nos parecemos un poco a ustedes. Tenemos muchas apariencias, pero todos somos, como dirían ustedes, mitad humanos, mitad animales. Y estamos muy orgullosos de ello. En algunos de ustedes, nuestra apariencia les repugna. No voy a enumerar aquí todo lo que muchos de ustedes sienten por nosotros. No nos afecta en absoluto.
Solo diría a aquellos que aún no han aprendido que el universo no está compuesto solo por humanos, terrícolas, que pronto conocerán muchas razas. Muchas que ni siquiera imaginan que existen.
Así que solo abran sus corazones, sus mentes, para aceptar muchas cosas diferentes. Entonces, ustedes mismos, que hoy ni siquiera aceptan a los diferentes de su especie, tendrán una gran lección. En primer lugar, usted ya es diferente. No eres igual a ningún otro en el planeta. A menos que tengas hermanos gemelos, de lo contrario, no eres igual a nadie. Eres diferente.
¿Alguna vez te has parado a pensar en ello? ¿Que a los ojos de los demás eres diferente? Entonces, dejen de lado las creencias limitantes y absurdas que se les han inculcado, de que todo lo que no es humano es maligno. Estas creencias deberían haber desaparecido hace mucho tiempo. Porque ustedes son diferentes. «¡Ah, pero yo soy igual a todos los demás!». ¿Igual? ¿Solo porque tienen la misma forma corporal? Nosotros también. Los demás seres también. Pero usted es diferente en relación con los demás. Y por eso nadie te considera maligno.
Así que abran sus corazones. Empiecen a abrir sus mentes. O tendrán crisis de pánico, miedo, desesperación, interminables. Y terminarán sucumbiendo a un trastorno mental innecesario. Suelten las ataduras. Salgan de la caja. El mundo exterior al planeta Tierra no es lo que ustedes piensan. No es vacío y fútil. Es inmenso y está poblado por muchos seres. Así que aprendan a verse como diferentes, excepto por el único punto que mencioné. Todos ustedes son diferentes.
Comiencen a eliminar de sus mentes y corazones el miedo a lo nuevo, a lo desconocido. Llevamos mucho tiempo aquí, en sus cielos. Y en ningún momento ha habido ningún ataque por nuestra parte. Entonces, ¿por qué el miedo? Somos puro Amor Incondicional. Alrededor de su planeta, la gran mayoría es de Quinta Dimensión, pero también hay seres más elevados aquí.
Así que abran sus corazones. Reciban con Amor, con respeto. Sigan el ejemplo de sus niños. Los niños aceptan cualquier cosa. Los que no aceptan, es porque se les ha enseñado a no aceptar. Así que vuelvan a ser niños. Y les garantizo que nuestra convivencia será maravillosa.
Tenemos mucho que enseñar y mucho que aprender. No tienen idea de cuánto tiene este planeta que enseñar a todo el universo. Así que también tendremos mucho que aprender de ustedes. Y queremos aprenderlo todo, pero enseñado por ustedes. De esta manera, nuestra convivencia se consolidará y seremos muchos en su planeta.
Y ustedes serán muchos en nuestros planetas. Y Se esparcirán por el universo. Y tendremos mucho, mucho Amor para estar con ustedes.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
“El universo es inmenso.
No sé lo que hay en él.
Pero abro mi corazón y mi mente.
Y estaré listo para recibir a cada hermano de este universo”.
Después de estas frases, digan la siguiente palabra:
¡Páticum! ¡Páticum! ¡Páticum!
Recuerden siempre, hermanos míos, que solo emanamos Amor hacia ustedes. No exigimos nada. No pedimos nada. Pero un corazón abierto y una mente abierta ya serán un buen comienzo.
Traducción: Manuel Vargas
Revisión: Regiani Maria Bugalho


