¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY URIEL!
Es gratificante cuando puedo traer un poco de sabiduría, luz y energía a todos ustedes. Puedo decirles que la gran mayoría de ustedes en este planeta no tienen idea de las bendiciones y riquezas que tienen en su camino. Dios Padre/Madre ha asignado una inmensa parte a cada niño, a cada ser. Dios Padre/Madre nunca querría que un niño pasara necesidad, que un niño pasara hambre, que un niño no tuviera dónde dormir, dónde vivir. Estas no son las ideas de Dios Padre/Madre.
Pero con el paso del tiempo, no supisteis aprovechar al máximo lo que se os dio. La codicia, el poder, el placer efímero y muchos otros adjetivos y hábitos han llevado a muchos de ustedes a donde estáis hoy: la pobreza. Pero yo no diría pobreza financiera, es pobreza de alma, pobreza de sentimientos, pobreza de falta de confianza.
¿Qué hace falta para tener riqueza? En primer lugar, saber utilizar y mantener esa riqueza. Nunca se puede utilizar para nada, o simplemente por placer. Tiene que traer buenos sentimientos, tiene que traer buenas acciones. Romper el concepto de que ser rico es malo, que solo son ricos los que roban, engañan y maltratan a los demás.
Eso no es verdad. Hay personas en tu planeta que tienen mucha riqueza y que viven con sencillez; cómodamente, sí, pero con sencillez. No desairan a nadie, no maltratan a nadie, no hacen del valor de su dinero la razón de su vida. Utiliza la comodidad que le da la riqueza, pero es una persona con un corazón inmenso y puro. Sí, hay gente así.
Mientras veas el dinero, la energía del dinero, como un problema, siempre será un problema, se te escapará de las manos sin que te des cuenta. La energía del dinero es inmensa, es fuerte, es vigorosa, pero hay que saber mantenerla en las manos. Y no, no hablo del dinero físico, hablo de la energía del dinero. Aquello que llega y atrae el dinero físico para que se materialice.
Muchos de ustedes tenéis mucha energía de dinero, lista para ser utilizada, lista para daros una vida cómoda, pero ¿qué hacéis? Utilizáis el dinero físico de forma equivocada. Lo utilizáis, no para estar en equilibrio, lo utilizáis de las formas más equivocadas posibles. Y tengo que asegurarte que es el uso lo que se materializa.
Si utilizas correctamente toda la energía monetaria que recibes, esta se multiplica cada vez más y atrae cada vez más dinero físico. ¿Es una tarea fácil? Me dirás que no, porque si lo fuera, todos seríais ricos. Entonces, ¿qué hacer, cómo cambiar?
El primer punto es lo que dije: mirar el dinero físico con gratitud, aunque sea poco. Cuando lo miras con gratitud, la energía que contiene se multiplica, porque agradeciste lo poco que tenías en tus manos. Segundo punto: úsalo para cosas que te benefician, no lo malgastes, no lo uses irresponsablemente. Ten cuidado en cómo usas tu dinero físico, para que no pierdas lo poco que tienes. Tercer punto: ten amor por la energía del dinero; no te enfades, no vibres escasez, no vibres contrariedad.
Mira el dinero físico y ve que es solo la punta de un iceberg, y que si sabes bucear en él, encontrarás una mina de oro. Créeme, si hoy miras con gratitud ese poquito que tienes en las manos y lo utilizas correctamente, se multiplicará. Confía en ello. Comparte lo poco que tienes con los que no tienen nada. Pero esto tiene que venir del corazón, no como moneda de cambio. “Daré para ver si recibo”. No conseguirás nada.
Fíjate en el dinero físico. Imagina un globo, de los que se usan en las fiestas infantiles. Infla este globo, pero ínflalo mucho. Y al final de este globo, para cerrarlo, imagina que hay un billete de dinero físico. Ahora imagina que dentro de este globo hay muchas monedas de oro, y que cuando superan el límite del globo, se convierten en dinero físico.
Así que haz siempre este ejercicio. Crea este globo con muchas monedas de oro. Sella el globo con un billete. Ponlo en tus manos y di simplemente:
“Que estas monedas de oro lleguen a mi mundo físico, para que pueda utilizarlas con amor y gratitud”.
Te llevarás una sorpresa y el globo se desintegrará en el mismo momento. No hace falta que lo perfores ni que retires el billete que lo protege para que las monedas caigan. Esa es tu confianza, tu fe. El día que el globo desaparezca de tu mano, las monedas llegarán a tus manos. Toda esa energía se ha transformado efectivamente.
Así que es un gran ejercicio, para que aprendas a confiar, aprendas a crear este momento, aprendas a atraer lo que ya te pertenece. Y para terminar, nunca lo olvides: Mira lo poco que tienes en tus manos, y agradece, agradece mucho, porque aunque sea poco, es lo que has cosechado de lo que has sembrado.
¿Quieres una cosecha mejor? Siembra como es debido. Hoy no tienes nada, pero tienes tu mente y tu corazón. Crea tus oportunidades. Confía. Confía en que el universo está ahí, dispuesto a ayudarte. El universo no ayuda a quien no se ayuda a sí mismo.
Nunca lo olvides: la riqueza se compone de muchos puntos. Sencillez, gratitud, solidaridad, amistad y Luz. No es fea, no es mala. Y si se ha conseguido de forma honesta, tendrá aún más peso. Todos podéis ser ricos, solo tenéis que sembrar adecuadamente y saber transformar cada moneda de oro que os pertenece en la energía adecuada en sus manos.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani Maria Bugalho