Queridos hermanos y hermanas ¡YO SOY ADAMA!
Hoy vamos a comentar el capítulo 2 del libro III de Telos.
En este capítulo, yo, Ahnahmar y Celestia comentamos sobre el corazón.
¿Y el corazón? Durante mucho tiempo te han enseñado que mirarlo todo con el corazón es ridículo e inútil, porque es la mente la que lo dirige todo. Tus almas, o más bien nuestras almas, fueron creadas para ser puro corazón. A través de él estábamos siempre conectados a Dios Padre/Madre, a la Fuente. Nada nos faltaba, nada necesitábamos, porque Él nos proveía de todo.
Con la caída de la conciencia, buscamos saber cómo sería el mundo sin el control de la Fuente. Porque comprendimos que era un control, pero en el fondo, la gran verdad, no había ningún control, solo había un mundo perfecto en el que nada se interponía a los deseos del Dios Padre/Madre. Elegimos romper con eso. Elegimos distanciarnos de la Fuente. Elegimos conocer el nuevo mundo, una nueva forma de vivir. Y esta nueva forma quitó poder al corazón y puso todo el poder en la mente. La mente decidió qué hacer.
Pero todo este proceso ha traído dolor y sufrimiento. La abundancia, la falta de necesidad de todo llega a su fin, y empezamos a tener problemas para conseguir todo lo que teníamos antes. Unos más, otros menos. Y la mente acabó tomando el control por completo. El corazón pasó a un segundo plano, pero en realidad nunca se olvidó, porque en tu propio mundo seguías viéndolo como el que manda en los sentimientos, el que manda en el Amor.
Pero es un Amor totalmente distorsionado, un Amor totalmente diferente del Amor que conoció hace un tiempo, porque la mente controlaba este Amor. La mente dictaba que debía ser Amor así, así, de esta manera o de aquella otra. La falta de amor propio empezó a prevalecer en todos, pues la mente decía: “Necesitas tener un Amor, cueste lo que cueste”.
Todo el mundo ha experimentado esto en algún momento. Nosotros pasamos por ello hace tiempo, pero conseguimos evolucionar y recuperar el poder del corazón. Y hoy estamos aquí. Y cuando hablamos del “Corazón de Lemuria”, estamos hablando de ese gran corazón que abarca a todos los seres de este planeta, no solo a nosotros, los lemurianos. Es un corazón poderoso, lo suficientemente fuerte como para emanar radiaciones de Amor hacia todos, para que todos puedan absorberlas y seguir aumentando sus propias energías de Amor.
Hoy, tu mundo, tu sociedad, ha llegado a lo que ha llegado. No puedes poner el 100% de lo que ocurre hoy en manos de la oscuridad. Ellos los dieron las armas, ustedes aceptaran usarlas. Y ahí está el resultado de todo esto. Pero ahora mismo no estamos juzgando a nadie. Los lemurianos estamos aquí para decirte: “Puedes hacerlo. Puedes volver al corazón, volver a esa conexión que una vez existió. Una conexión pura que no pide nada,
que no regatea nada y que tampoco es pasiva”. Es una energía de Luz, de intercambios, pero intercambios positivos de conocimientos y experiencias.
Eso es lo que estamos haciendo hoy aquí. Cuando vengo aquí en representación de mi pueblo, traigo la historia, la verdad, de lo que nos pasó y de dónde estamos hoy. Puede que muchos no lo crean y digan: “¡Pero esto ha llevado mucho tiempo!”. Sí, ha llevado mucho tiempo. Pero cada punto de la evolución tiene un… un lapso de tiempo como ustedes lo conocen. Para nosotros, ese tiempo no fue nada porque no vivimos de acuerdo con él. Vivimos en el presente, el día, el momento. No contamos los años. Ustedes son los que cuentan este tiempo.
Así que el gran objetivo ahora es reavivar el corazón, devolverle el control, arrebatárselo a la mente. ¿Caerán los velos? Caerán. Pero, ¿quién derribará los velos? Tú. Comprende: con cada paso que dabas para alejarte de la Fuente, se añadía un velo. ¿Cuántas veces y cuántos velos te pusiste? Muchos. Así que ahora es al revés. Cada vez que expandes el poder de tu corazón, se elimina un velo. La eliminación no vendrá de fuera.
La Luz actúa. Actúa fortaleciendo el corazón. Si aceptas recibir la Luz que llega, tu corazón se fortalece y tienes más fuerza para derribar los velos. Pero solo serán derribados por ti. No esperes ayuda de fuera. No esperes un milagro. Si quieres, puedes. Solo tienes que creer que el poder está en tu corazón. Y no tiene sentido mirar atrás y juzgarte.
Cada vez, cada época, era un momento. En aquel momento sabías que era lo correcto. Hoy la conciencia es diferente. No se puede juzgar el pasado. El pasado fue oscuro, el pasado fue feo. Sí, lo fue para todos nosotros. Pero hoy necesitas desconectar de todo eso. Se trata de perdonarte a ti mismo. Utiliza el perdón para eliminar lo que has causado. Solo así cada uno de estos velos caerá y comenzará a mostrarte un Nuevo Tiempo, un nuevo universo.
Recordad siempre, hermanos míos, que todo es un conjunto de actitudes. El corazón manda y la mente ejecuta. Cambia tus pensamientos. Cambia todo lo que te rodea. Cambia tus vibraciones con lo que te rodea. Deja que hable tu corazón. No elimines la mente. La mente es necesaria. La presencia de la mente es necesaria, porque es la mente la que hace lo que el corazón le dice que haga. Deja hablar al corazón y pon a trabajar a la mente. No puede ser al revés.
Deja de dejar que la mente lo dirija todo, porque sigue atascada en una época de dolor y sufrimiento. Y todo lo que es nuevo, todo lo que es el camino correcto a seguir, para la mente, es una pérdida de tiempo, porque para ella, piensa que será más sufrimiento y más dolor. Llenad vuestros corazones de Amor. Acepten el Amor que les estamos dando. Aceptad el Amor del Sol Central. Aceptad la Luz. Y veréis lo rápido que podréis pisar un nuevo camino, y pisar el camino correcto para romper cada uno de estos velos.
Y seguro que muy, muy pronto podrás acceder a todo lo que quieras, pero siempre con Amor, siempre mirando con los ojos del corazón.
Traducción: Kelly Neri
Revisión:Regiani Maria Bugalho