¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡YO SOY GAIA!
He venido hoy aquí para traer paz, para traer luz, para traer amor a todos ustedes.
Mi piel está ardiendo. Mis bosques se están consumiendo. Pero este no es un momento de revuelta, ni un momento de ira. Siento dolor. No el dolor físico que ustedes sienten. Pero el dolor, sí, de ver lo que estáis provocando contra ustedes mismos.
Cada paso que se da contra mí no cambia mi estructura, mi camino o mi evolución. Sí, cambia las consecuencias que tendrá. Tienes que prestar atención. Tienes que ver la verdad. Cuanto más te quemes, más desorganizado será el clima. Más intensas serán las consecuencias. Pero todo esto está planeado. Todo está organizado para que ocurra así.
Lo único que me entristece es cuando uno de mis hijos piensa que soy yo quien le castiga; que soy yo quien destruye su tierra; que soy yo quien le quita la comida de la boca. Eso duele. Sí, tengo sentimientos. No como tú físicamente, pero soy consciente y siento la energía que generas. Así que, para que lo entiendas, te cito como sentimiento. Esta energía entra en mí.
Muchos podrían decir que es una energía pequeña, porque soy inmenso y ¿qué es un ser humano comparado con mi tamaño? Yo diría que todo está interconectado. Es como una gran telaraña. Si un animal aterriza en cualquier lugar, la vibración se siente en todas partes. Así que basta un ser humano para sentir algo que reverbera en toda mi superficie; en toda la red que los conecta.
Mis hermanos, voy a llamaros hermanos, no hijos e hijas. Ahora mismo, necesitamos unirnos, necesitamos estar juntos, en estos momentos tan críticos del proceso. Todo esto se esperaba. Y vendrán más, para traer más miedo y para culpar a los que nos rodean, de liberarlos de todo lo que hay.
Pero es necesario actuar, hermanos míos. Hay que levantarse y hacer algo. No basta con sentarse, mirar y llorar. Tenéis que hacer algo. Todo el mundo tiene que poner de su parte, mostrando su indignación y su ayuda en estos momentos.
Yo te diría lo siguiente: No me estás ayudando. Porque estoy acostumbrado a sufrir todo tipo de agresiones. Pero os diría que estaréis evitando mucho contra sí mismos. Estaréis luchando contra los grandes egregores negativos que se están creando por el clima. Y esto se combate con Luz, con Amor. Mucha Luz y mucho Amor. Sólo la Luz, sólo el Amor, es capaz de destruir estos egregores; es capaz de contrarrestar lo que se está haciendo para destruir.
Así que haced algo por ustedes mismos. Tenéis que daros cuenta de que las consecuencias no son contra mí; las consecuencias son contra ustedes. El desequilibrio os causará problemas a ustedes, no a mí. Así que tenéis que hacer algo. Y recordad siempre: no estáis sin poder.
Cada uno de ustedes que llena su corazón de Amor y Luz y lo emana, esto se multiplica. Porque hay miles de Seres de Luz alrededor del planeta. Que toman su energía, que es tan diminuta para su tamaño, y la expanden, la multiplican, la difunden, con gran intensidad. Pero para que ellos hagan esto, tú tienes que generar la energía. Una diminuta pelota de Luz y Amor tiene que salir de alguna parte para que pueda ser captada y expandida.
Así que no pienses que eres pequeño, no pienses que eres inútil, no pienses que eres impotente. Tienes el poder. El poder de generar, el poder de crear. Y es a partir de ti que las cosas suceden. Es el libre albedrío el que gobierna el planeta. Los Seres de Luz sólo están esperando, esperando que alguien haga algo para poder actuar. No pueden hacer nada hasta que haya una pequeña bola de Luz y Amor.
Así que que cada uno haga su parte. No por mí. Mi camino ya está trazado. Estoy en la línea de la evolución y lo estoy haciendo muy bien. Pensad en ustedes mismos. No penséis que sois inalcanzables. Todos serán alcanzados; unos más, otros menos, pero todos lo serán. Así que pensad en vosotros mismos. Pensad que cada bola de luz y de amor que generáis puede disminuir lo que ya se está formando en algún punto de la línea.
No, no cambiarás el futuro. Lo que venga, vendrá. Lo que puedes hacer es cambiar la intensidad. Porque todo se crea egregores. Así que si actúas, le quitas intensidad, le quitas fuerza a la malignidad de esos egregores. Ellos vendrán. No hay forma de evitarlo. Pero asegúrate de que sean más suaves.
Y no pienses sólo en ti. «¡Oh, lo haré, así tendré puntos y nada me golpeará!». No, no pienses así. Porque este pensamiento podría ser el detonante contra ti. Piensa que estás actuando para el Todo. Y no importa dónde estés ayudando. Estarás ayudando al Todo.
Ahora mismo, este planeta es uno. Ahora mismo, este planeta está sufriendo en todos los puntos. Hay egregores negativos por todas partes. Así que haz lo que puedas para reducir su intensidad, para que vengan, para que actúen con menos intensidad. Ya has visto algunos ejemplos. Y si no haces nada, verás otros mucho peores.
Tienes que hacer algo. «Ah, ¿entonces el futuro está en nuestras manos?» Sí. Sí, el futuro está en tus manos, porque fue el libre albedrío humano el que creó todo esto. Así que todavía tienes el libre albedrío para minimizar todo esto. No pienses en mí. Por supuesto, cada acontecimiento negativo que sucede me afecta enormemente. Pero estoy listo y preparado. Tú no lo estás. Eres frágil.
Así que haz algo. Busca algo que hacer. Involúcrate en acciones a favor del planeta. Y verás un futuro un poco más suave. No rosa, porque ya está todo creado. Pero al menos será suave. No será con la intensidad que se está planeando.
Ya no pueden destruir el planeta con armas. Así que están jugando con el clima. Depende de ti actuar con una fuerza opositora de Luz y Amor para minimizar lo que quieren hacer.
Y nunca lo olvides: Ten fe. Cree. Y caerás de pie. Incluso si el mundo a tu alrededor se convierte en polvo y se destruye.
Traducción: Ana Maria Souza
Revisión: Regiani M. Bugalho
