¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY MAITREYA!
Hemos cerrado un período. Hicimos lo mejor que pudimos durante este período. ¿Y por qué lo mejor que pudimos? Porque al mismo tiempo que tomábamos la energía del egrégor que se formó, ustedes lo alimentaban. Así que fue un trabajo muy interesante, pero funcionó.
La idea de los que crearon todo este proceso era causar pánico, desesperación y dolor. No lo consiguieron. No lo permitimos. Ahora toca limpiar todo el desorden dejado. Y diré una cosa importante: no escondáis la suciedad debajo de la alfombra. Porque ya no hay alfombras.
Todo el proceso que está teniendo lugar en este planeta tiene como objetivo levantar las alfombras. A remover todo lo que está desordenado, a mostrar la suciedad más profunda, y a permitirte hacer algo con ella. No, no estoy aquí para juzgarte sobre si lo que has hecho está bien o mal. Cada uno sabe el paso que ha dado, cada uno sabe lo que ha vivido. Ahora es el momento de seguir adelante.
El tiempo no vuelve. El agua no vuelve al vaso. El río no fluye hacia atrás. Seguir adelante. Mirar hacia delante. Continuando el camino. El camino de la evolución es constante; nunca se detiene, no puede detenerse. Continúa el camino, no te rindas. Esto te llevará a otros caminos, pero caminos buenos, interesantes.
Pero si decides abandonar el camino, entonces los caminos no serán muy interesantes. Porque tendrás que pasar por momentos muy difíciles para aprender a valorarte a ti mismo; lo que realmente te hace bien, no lo que te muestran, que es lo que hace bien a todo el mundo. Todo es una ilusión. Lo que hace bien es lo que enfría el alma, lo que hace evolucionar el alma. Ese será siempre el camino correcto. No importa el momento, no importa el objetivo, ese siempre será el camino. Cualquier otra cosa es una ilusión, es efímera, es débil.
Así que continúa el camino. Continúa el camino hacia la evolución. Olvida lo que ha pasado. La cuenta llegará en algún momento. La energía volverá, pero ahora mismo, levántate, no te quedes en esa baja energía, olvida que ese periodo ha pasado. Desconecta de ello. No hables, no comentes, no busques información. Salgas de este egregor. Y retoma el camino.
Hoy retomamos los Códigos de Luz. Muchos de ustedes todavía os estáis preguntando, ¿cómo os están ayudando estos códigos en vuestro camino? ¿Por qué os resulta tan difícil aceptar lo sencillo? Siempre queréis cosas complicadas, porque traen resultados.
Ni siempre, hermanos míos.
A veces un simple código trae tanta Luz, tanta energía, que a menudo va más allá de tu cuerpo y se queda en tu entorno, aumentando aún más la energía de Luz en ti. Entonces, ¿por qué aceptar que un simple Código de Luz bañando un vaso de agua traiga tantos resultados?
Cada vaso de agua que bebes es un vaso de agua con Luz. Es un vaso de agua con evolución, con Amor, nuestro Amor. Acéptalo. Aceptadlo de todo corazón. Abrid vuestros corazones. El eterno intento de comprender no conducirá a nada. Simplemente, aceptad los regalos que estáis recibiendo.
En el futuro, cuando estéis efectivamente preparados para la Quinta Dimensión, podréis mirar atrás y ver lo que habéis hecho. Y les aseguro que se asombrarán de cada simple gesto que hemos hecho por ustedes. Muchos de ustedes, por desgracia, no lo creéis.
Pero eso es elección de cada uno. La frase para el Código Luminoso de hoy no será la misma que la del mes pasado. Cada vez que uses un código, será una frase diferente, una palabra diferente, porque es un tiempo diferente. Si intentas repetirlo, no tiene sentido; no funcionará. La clave es la palabra que dices hoy, cada día.
Así que, para el Código de Luz de hoy, di lo siguiente:
«Yo Aprendo cada día.
Yo Evoluciono cada día.
Yo Crezco cada día.
Y me convierto en un Ser de Luz más poderoso cada día».
La palabra que hay que decir al final es:
¡Intensipranium!
¡Intensipranium!
¡Intensipranium!
Y creedme, hermanos míos, estamos con ustedes en todo momento. No os hemos abandonado y nunca lo haremos. Quien esté preparado, con el corazón abierto, sabe que en cada momento siempre hay uno o más de nosotros a su lado; vigilando, cuidando, ajustando las energías de cada uno de ustedes. Solo tenéis que estar abiertos a recibir.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
