¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY METATRÓN!
Estamos casi al final de este camino para este pequeño ciclo del año. Muchos de ustedes se preguntan ¿por qué seguimos este camino y no otros? Otros caminos diferentes, otros caminos que podrían llevaros a la Luz, a la evolución, más rápidamente. Este no parece tener mucha influencia.
Hermanos míos, no os equivoquéis. El más simple es siempre el que te lleva por el camino más fácil para alcanzar tu meta. Los rituales demasiado complicados, demasiado complejos, son mucho más…, yo diría, difíciles de cumplir. Requiere práctica, requiere preparación.
Así que dejemos a un lado nuestro ego en este punto y pensemos que lo más difícil es siempre lo que tiene más poder. No. La cosa más sencilla puede ser la que te permita dar un gran salto, precisamente porque es sencilla, porque es fácil.
Dejemos de querer siempre que el ego controle, el hecho de que hacer cosas muy difíciles es lo importante. Porque el ego se llena de orgullo: «¡Lo he conseguido!». El objetivo aquí es exactamente lo contrario, aplacar al ego, no darle munición.
Así que creedme, todo este proceso, aparentemente muy sencillo, os irá transformando poco a poco a cada uno de ustedes. Pero sin demasiada atención, sin demasiadas rutinas, sin demasiadas profundizaciones mentales, al principio. Pero sí dando al ser que es cada uno de ustedes la oportunidad de recibir nuestra energía a diario.
Sólo tienes que confiar, creer y tener el corazón abierto. No te dejes atrapar por pensamientos de duda, de incertidumbre. «¿A dónde nos llevará todo esto?» Te lo aseguro: Al camino de la Luz, siempre. No traemos nada que no tenga este propósito.
Muchas cosas cambiarán, hermanos míos, y se sorprenderán. Pero todo tiene que suceder lentamente. No puede ser apresurado. No puede ser a trompicones. Cuanto más despacio vayas, más centrado estarás, más cuidadoso serás, más atento estarás. Así que entrégate a todo este movimiento que te traeremos a lo largo de este ciclo.
El cambio es necesario. Las energías que llegan hoy no son las mismas que llegaban hace años. Son más fuertes, más intensas. Y es exactamente por eso que nada puede permanecer como antes. Hay que cambiar. Hay que adaptarse a las nuevas energías.
Así que confía. Es como si te sentaras en un sillón muy cómodo y dejaras que el vehículo te llevara por carreteras bien asfaltadas, donde ningún bache te apartará de tu siesta, de tu descanso. Sólo deja que te lleve.
Confía. Todo llegará en el momento adecuado. Deja de aferrarte a lo complejo. Muchos pueden llegar a decir: «¡Pero si estoy más preparado!». Esto no prueba nada. La sabiduría está en mirar lo que es sencillo y creer. Creer que hay un camino llano que te llevará lejos. Mejor que algo complejo, un camino lleno de obstáculos, que podría desviarte del camino. Piensa en ello.
El mensaje del Código de la Luz de hoy es el siguiente:
«Veo la Luz delante de mí.
Sigo la Luz que tengo delante.
Que mi corazón siempre sienta la Luz.
Y que nunca dude del camino que sigue».
Al final de estas palabras, di esto tres veces:
¡Minaporium! ¡Minaporium! ¡Minaporium!
Y confía. Este es un camino simple, pero está haciendo y cumpliendo su papel. Te lleva fácilmente al camino de la Luz.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
