Queridos hijos e hijas del planeta tierra! Soy SANANDA
Es con gran alegría que estoy otra vez aquí, una vez más tengo la oportunidad de traerles mensajes de amor y esperanza. Constantemente les hemos pedido que emanen amor, necesitamos hacerles comprender qué es este amor del que les hablamos. No es una cosa difícil, ni es imposible que un ser humano sienta.
Todos ustedes vinieron de la unión de un hombre y una mujer. Incluso si no sientes amor por tus padres en este momento, por la razón que sea, aquí no hay juicio. En algún momento de tu creación recibiste el amor de estos dos seres. Quizás no pudieron mostrar este amor, pero ciertamente fuiste amado y todavía lo eres.
Así que daré este tipo de amor como ejemplo: un niño. Por supuesto, que no todos actúan como deberían, siendo padres; pero hablemos de una situación normal aquí. Una pareja está unida por los lazos del amor y de este amor nace otro ser. Este ser, genéticamente hablando, es producto de la unión del padre y la madre. Ahora bien, ¿qué alma encarnará en este ser? Esta alma puede ser un alma ya conocida por el alma de esa madre, o por el alma de ese padre, o simplemente un alma totalmente desconocida. ¿Cuál es el objetivo? La evolución de estas tres almas.
Este hijo o hija podrá venir a prodigar amor, a recibir amor, a traer sólo alegría, pero también podrá traer lecciones, sufrimiento, aprendizaje. ¿Y por qué todo es tan diferente? Porque esa pareja, a través de ese ser que nació, aprenderá lecciones de esa alma nueva y a la vez ejercerá sus roles de madre y padre. Todo el que genera un ser, implícitamente necesita desempeñar su papel, de lo contrario esto también se suma a todo ese karma que ya trae esa alma, ya que este es un hecho del que no hay escapatoria.
Si una madre y un padre engendran hijos, automáticamente reciben funciones y si no las cumplen, provocan karma, lecciones para aprender en el futuro. Entonces podemos decir que este es un tipo de amor, pero ¿es amor verdadero? Muchos dirán que sí, es amor verdadero, y yo os digo que no. Porque este amor se viste de muchas maneras: puede ser un amor descuidado, puede ser un amor excesivo, puede ser un amor que asfixia, puede ser un amor chantajista, puede ser un amor inexpresivo, escaso, carente.
¿Adónde quiero llegar? Este amor, por el simple hecho de que un padre y una madre tengan un hijo, no los etiqueta como amor incondicional, es un tipo de amor. Sería totalmente incondicional, si ese ser fuera creado dentro de todos los preceptos correctos del amor incondicional, pero para eso sería necesario que el padre y la madre vivieran este amor incondicional. Entonces este no es un ejemplo como muchos piensan, porque uno no actúa incondicionalmente con sus hijos; no me respondan que sí porque no lo hacen.
Ustedes piensan que amar a un niño muchas veces es protegerlo en exceso para que no sufra, y por el contrario, están creando un alma sumamente desequilibrada, porque no está preparada para todo lo que el mundo le pide. Así que no me den el ejemplo de los niños como amor incondicional, porque no lo es.
Así que hablemos de otro amor; del amor entre dos personas. Este es un mal ejemplo de amor incondicional, porque cobran, exigen, chantajean, atacan; y podría seguir hablando todo el día, muchas acciones que ustedes hacen en una relación. Esto se puedo extender al amor entre amigos, entre conocidos. El amor viene de muchas maneras.
Entonces vamos a hablar del amor a los animales, que tampoco aman incondicionalmente, incluso podría llegar a decir que se acercan, porque muchos de ustedes cuando aman a sus animales, aman profundamente, pero aun así no es amor incondicional. Así que hablemos de amor por el planeta. Nadie puede decir que lo ama incondicionalmente. Para que puedan decir eso, tendrían que reconstruirse, vivir de manera totalmente diferente, de diferentes maneras, con diferentes materiales. Muchos de ustedes piensan que son demasiado perfectos en el amor por el planeta, pero si buscan, encontrarán algo que romperá esta verdad. Porque su mundo los obliga a hacerlo. No hay forma de que puedan amar a Gaia al 100% incondicionalmente. Porque todo su mundo fue creado para destruir el planeta, por lo que necesitaría que el mundo cambiara.
Así que voy a volver a lo que comencé en este discurso: sobre emanar amor. Cuando decimos emanen amor por sus hermanos, emanen amor por el planeta, responden a eso muy fácilmente. “Oh, hago esto todos los días”. Pero ¿cómo es este amor que emanas? Decir simplemente “les mando amor a todos mis hermanos del planeta”, es fácil y funciona. Yo diría que no, pero te pregunto: ¿Tienes consciencia que dentro de este amor que envías a tus hermanos, estás enviando amor a los asesinos, estás enviando amor a los que actúan contra tu sociedad, estás enviando amor a los que proclaman la guerra, estás enviando amor a los que matan, a los que violan, a todos los que desequilibran su mundo? ¿Lo tienes incorporado en este amor?
Les aseguro que no, que ustedes apenas dicen: “emano amor a todos mis hermanos”; implícitamente dentro de tu mente están sólo aquellos a quienes amas, aquellos que caminan íntegramente, aquellos que hacen el bien; los otros no, por supuesto que no. Entonces muchos podrán decir: “¿Lo que hago no vale nada?” Claro que vale, es obvio que tiene valor, pero lo que realmente tiene que pasar en cada ser humano de este planeta es que el amor verdadero sobreviva, que el amor verdadero renazca, porque un día vivieron este amor. Cada alma existente vivió este amor, aunque fuera por un segundo, pero con el tiempo lo olvidó.
Entonces el gran propósito es hacer crecer este amor, sin importar a quién. No puede ser una frase vacía, simplemente diciendo: “Envío amor a mis hermanos”. Es una frase hermosa y poderosa, pero ¿Qué salió de tu corazón? ¿Esa frase salió de tu boca, de tu mente o te salió del corazón? Diría que cuando sale de tu boca y de tu mente, funciona, estás emanando amor de manera efectiva; pero es un amor débil que tardará mucho en sumarse a todos los demás amores que emanan del mismo modo, para causar un resultado eficaz.
Entonces le diría a cada uno de ustedes que quiere hacer su parte por el planeta, por sus hermanos; efectivamente que cuando piense en ese momento en que va a decir esta frase: “Yo envío amor a mis hermanos”, al instante, piense en todos aquellos a los que jamás les emanaría amor, y mire si su corazón sigue brillando. Si su corazón en ese momento brilla, repita de nuevo la frase: “También envío amor a todos estos hermanos”. Ahí si voy a decir, que tu vas a hacer el cambio en este planeta, rápidamente.
Enviar amor no puede ser superficial, enviar amor no puede ser a los buenos, solo a los que Dios bendice, como suelen decir sus religiones. Dios Padre/Madre los bendice a todos. Incluso aquellos que están totalmente fuera del camino de la Luz; no hay distinción para Dios Padre/Madre. Entonces, es otra lección aquí que les estoy transmitiendo. Al emanar amor a sus hermanos, dejen que todos aquellos a los que nunca aceptarían emanar amor, pasen por sus mentes, la lista es larga. Si al final de esta lista puedes seguir diciendo que sigues emanando amor por todos estos, entonces te diré que estás empezando a vivir el amor incondicional.
Aquel que no juzga, que no critica, que no negocia, el que libera, el que simplemente es sin exigir nada a cambio. Diría mucho más. Ustedes muchas veces miran hacia arriba y dicen que aman a Dios al Padre/Madre, ámame a mí, ama a todos los seres de luz; pero negocian, hacen promesas. “Si me das esto, te daré aquello”. ¿Es esto amor incondicional? ¿Aceptamos trato? Entonces analicen también la forma de amor que tienen por nosotros. No tienen que darnos nada. Si nos aman, es suficiente, no para que hagamos nada por ustedes, porque no somos nosotros los que escribimos su camino, son ustedes. Solo guiamos a aquellos que quieren seguir el camino correcto, hacemos que tomes las decisiones correctas para que ese camino se pueda realizar. Pero no somos nosotros los que definimos nada, no somos los que mostramos el camino a seguir. Cosechan lo que siembran.
Entonces no negocien con nosotros. Ustedes tendrán lo que emanan. Si ustedes emanan, lo recibirán de vuelta, ya sea para bien o para mal. No coloquen esta carga sobre nosotros, porque no es verdad. No somos nosotros los que definimos su camino, son ustedes mismos. Entonces, ¿qué tipo de amor tienen por nosotros? Es ese amor que… “Ay, lo voy a amar porque entonces él me ayuda”. No, no negociamos, ayudamos a los que realmente quieren ir por el buen camino; entonces ayudamos, no porque fue solicitado, no porque fue negociado.
Cuando nos hacen pedidos, resuena en el universo, y si es un pedido efectivamente para tu evolución, evolucionarás, no porque cumplimos con tu pedido; si no porque tú creaste las condiciones para que sucediera. Eres tú quien cumple tus deseos, no nosotros. Sería muy injusto que cumpliéramos con la petición de uno y no cumpliéramos con el otro. ¿Qué piensan?
Ustedes nos piden muchas cosas, pero depende de lo que pidan y la forma en que fue pedido el cumplimiento del deseo. Pero no somos nosotros los que cumplimos el deseo, son ustedes los que crean las condiciones para que se haga realidad. Entiendan esto. No negociamos nada y ni siquiera buscamos a nadie, en ninguna parte del universo. Todos son mirados y tratados por igual. No lo olviden. Esto es amor incondicional. Vuelvan sus corazones a este tipo de amor.
Y para terminar diré una cosa más: El primer amor que debes cultivar, alimentar y mantener siempre saludable, es el amor por ti mismo, este es el primero que tiene que estar por encima de todo y de todos. Sí, por encima de todo y de todos, porque quien se ama con respeto, que no se deja llevar por nada que pueda dañarlo, irá construyendo también un camino iluminado. Y entonces esos deseos se vuelven más fáciles de cumplir, porque se ama a sí mismo, se respeta y se ayuda a sí mismo.
Entonces, a la primera persona que ustedes necesitan amar, no, no es Dios Padre/Madre, no soy yo, no es nadie más, son ustedes mismos. No exigimos que nos amen primero o no sería amor incondicional, sería un requisito y eso no es lo que hacemos. Primero ámate a ti mismo, y después a los demás. Esta es la gran enseñanza, y desafortunadamente pocos actúan de esta manera.
