¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY SANANDA!
Mi alegría hoy es inmensa, porque tengo la oportunidad de estar aquí con ustedes de nuevo. No tienen idea de lo que este momento representa para mí, cuando hace aproximadamente 2000 años, después de todo el conocimiento que había adquirido, toda la conciencia que había recibido, intenté con todas mis fuerzas mostrar a la gente de aquel tiempo todo lo que había aprendido, toda la verdad. Pero desafortunadamente ese no era el momento adecuado.
En aquella época todavía no tenía esa conciencia, porque lo que había recibido era tan magnánimo, tan maravilloso, que no quería que permaneciese solo en mi conciencia, quería que fuese conocido y comprendido por todos. Sin embargo, aún no era el momento adecuado para que la gente lo comprendiera todo. Pero hice mi trabajo, implanté todo lo necesario para que mis palabras nunca se olvidaran. Puedo decirte que mucho de lo que dije fue distorsionado para que coincidiera con lo que los poderosos que se apoderaron de este planeta querían que creyeras. Pero eso no viene al caso.
Repetir toda esta historia no aporta mucho. Vuelvo a ella porque en el corazón de muchos todavía hay duda, todavía hay incapacidad de comprender la manipulación que está teniendo lugar en su planeta, incapacidad de ver que el amor divino no está implantado en este planeta. Lo que existe hoy es el amor por uno mismo, el ego en sus actitudes más poderosas y dañinas, trayendo poder, codicia e insensibilidad a los que lo rodean.
Pero muchos no ven esto. Y como os han hecho creer, todo esto es un castigo del cielo. Seguís creyendo que no tenéis la culpa de nada, solo que sois pecadores y como tales necesitáis ser castigados. Pero, ¿cómo se elimina el pecado, cómo se deja de ser pecador? Parece que no hay salida, porque el mundo mismo, el entorno en el que vives, te lleva al pecado. Así que no hay salida. La salida es seguir pecando y seguir siendo castigado eternamente. Así es como te han hecho creer. Yo no he predicado eso, no he dicho eso en ningún momento.
Así que se acerca el momento en que los que aún tienen dudas en su corazón sobre qué creer, en quién creer, tengan una solución. No se puede servir a dos amos al mismo tiempo. No puedes escuchar la verdad y seguir creyendo en lo que predican tus religiones. Es imposible. Porque si escuchas la verdad, pero sigues creyendo que la religión a la que has dedicado toda tu vida también es correcta, algo en tu corazón no está bien. Necesitas encontrar tu camino, necesitas encontrar la forma correcta de caminar.
Hemos dicho aquí varias veces, no solo yo, que por supuesto las religiones no están equivocadas al cien por ciento; por supuesto que no. Al fin y al cabo, necesitan tener algo un poco de verdad para ser creíbles; de lo contrario, no atraerían a nadie. Pero el punto fundamental en todo este proceso es algo llamado amor al prójimo. ¿Pero qué tipo de amor? El amor de Dios Padre/Madre, el amor incondicional. Ah, pero Dios Padre/Madre no fue pintado así. Lo pintan como un anciano de barba blanca, que se sienta en una nube a juzgar a todos y a todo, y que de vez en cuando levanta el dedo índice y castiga a alguien. Este es el Dios que usted conoce y sobre el que le han enseñado. Pero ese Dios no existe.
El Dios Padre/Madre que existe es puro amor. Es un Dios que abraza con el mismo amor a una persona bondadosa y a un asesino. Y eso es lo que no entendéis, porque juzgáis… “¿Cómo puede amar a dos seres tan distintos y a uno tan horrible?”. Porque el que emana amor ya ha aprendido la lección. Ahora el que no emana amor necesita recibir más amor de Dios Padre/Madre para que pueda encontrar su camino. No su juicio, no su ira, no su odio.
Así que es muy posible que al primero, Dios Padre/Madre, le dé un suave abrazo y al segundo, lo lleve en su regazo, porque es el segundo el que necesita ayuda, no el primero. Pero a ti te han hecho creer exactamente lo contrario: quien no camina por la línea del bien debe ser juzgado, maltratado, eliminado; que es lo que has hecho toda tu vida. ¿Te das cuenta de que no puedes seguir a dos maestros tan diferentes? ¿Qué predican tus religiones, el amor incondicional? Respóndeme, ¿predican eso? No hay prejuicios, no hay separación, no hay juicio, no hay crítica; ¿es eso lo que hacen tus religiones? Sigo respondiendo que no. Juzgan, critican, separan, engañan, involucran, actúan mentalmente sobre ti para dominarte. Eso es lo que hacen.
Ninguno de ellos predica el amor incondicional. Incluso hablan de ello, lo citan, pero no actúan en consecuencia como tal. Porque si las religiones fueran el espejo de Dios Padre/Madre, no existirían, porque el amor se extendería por todo el planeta, nadie necesitaría adorar a nadie para ser feliz. Así que se han subdividido en muchos puntos de vista, cada uno con sus atrocidades, cada uno con sus extrañezas. Y ustedes siguen como ovejas, siguiendo a su pastor.
Este es un tiempo de mucha luz, un tiempo de mucha duda en sus mentes. ¿Por qué? Porque la luz que está llegando lo está haciendo, está sacando todo a la superficie. Todo lo que es incompatible con la Luz está saliendo a la luz. Para que cada uno de ustedes pueda detenerse y observar dónde está la verdad, dónde está el camino. Así que no sintáis rabia, ni siquiera odio, en los momentos difíciles que estáis viviendo. Estos momentos forman parte de las últimas lecciones por las que tenéis que pasar. Porque es a partir de estas lecciones, del resultado de las pruebas, que tomarás o no el camino correcto. ¿Y cuál es el camino correcto?
El camino de la Luz, en el que no hay caminos, ni medios para llegar a Dios Padre/Madre; no hay caminos, ni medios para llegar a mí; no hay caminos, ni medios para llegar a María o a cualquier otro Ser de Luz. Solo existe el corazón, solo existe el amor, y así es como llegas a nosotros. No necesitas religión, no necesitas a alguien que te muestre el camino, que se les ha enseñado a mostrarte.
Así que lo diré de nuevo: No podéis servir a dos amos. O te abres y te liberas de creencias, dogmas y conceptos que no te llevan al amor incondicional, o tienes un gran problema entre manos, porque este es el camino equivocado. Ninguna religión os llevará a la Quinta Dimensión. Porque no son y no practican el amor incondicional. Cada una tiene sus propios dogmas y creencias limitantes. Y estas creencias les impiden llevarte a la Luz plena de la Quinta Dimensión.
Si piensas que todo lo que estoy diciendo es blasfemo, que no suena a mí, el Cristo, diciendo estas palabras, solo diré esto: Haz una prueba. Acércate a mí, no a través de los caminos que te han enseñado, acércate a través de tu camino, a través de tu corazón. Podría ser un simple “Hola, ¿puedes hablar conmigo?”. Y si este “Hola, ¿puedes hablar conmigo?”, sale de lo más profundo de tu corazón, te responderé: “Hola, estoy aquí, podemos hablar”. No hay reglas, ni palabras predefinidas o preestablecidas para que te dirijas a nosotros.
Haz esta prueba. Búscanos a cada uno de nosotros de corazón, a tu manera, en tu forma, y nos encontrarás, sin que nada se interponga, sin que haya una creencia, un dogma, algo impuesto para que llegues a nosotros. Haced la prueba. Es más, muchos de ustedes intentáis llegar hasta nosotros y no lo conseguís. ¿Por qué? ¿Por qué? Porque seguís creyendo que no sois dignos, seguís creyendo que esto es una ilusión, que tenéis que seguir viviendo dentro de lo que habéis aprendido; donde nosotros estamos allá arriba, en una nube totalmente inalcanzable. Y cada uno de ustedes seguirá su camino creyendo en lo que os han enseñado.
Así que lo diré otra vez: No puedes servir a dos amos. O crees que todo está ahí, a mano, cerca, junto a ti, y lo único que tienes que hacer es activar tu corazón, o sigues sirviendo a tus religiones. No puedes hacer las dos cosas. Es como mantener un pie a cada lado de la línea. Y si te pones con un pie a cada lado de la línea, no vas a ninguna parte, porque todo tu cuerpo tiene que estar en un lado. Así que piensa en qué lado quieres estar, integralmente, entero. ¿En qué lado?
Comprende una cosa muy importante: si eliges ponerte del lado de tu religión, nada cambia entre nosotros y tú. Seguiremos queriéndote como siempre, porque es tu elección. Recuerda la escena que dije al principio, que Dios abraza a quien más lo necesita, y así haremos contigo. Porque aún necesitas mucha ayuda para liberarte de todo esto. Nada cambia.
Lo único que estarás definiendo es tu camino, permanecer en la Tercera Dimensión durante mucho tiempo, para que puedas ver las cosas con claridad, dejando que la verdad resalte ante tus ojos. Y aceptar que has sido engañado durante mucho tiempo. Pero si no quieres verlo así y quieres mantener un velo sobre tus ojos, también está bien. Es tu elección.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
