¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡SOY SANANDA!

Nos acercamos a nuestra gran reunión. Muchos están ansiosos por saber qué esperar, cómo será… Solo os digo que confiéis. No os diremos cómo será; en su momento lo sabréis. Solamente les digo a los que no estarán allí, que depende de sus corazones cómo vivan este momento. Si vuestro corazón es claro, apacible, tranquilo, viviréis un gran momento y formaréis parte de un gran acontecimiento; de lo contrario, cualquier otro sentimiento de baja vibración que sintáis no os permitirá la entrada.

“¿Entrar? Pero yo no estaré allí!” Te explico: los que estarán presentes físicamente, los que estarán presentes de corazón, formarán un gran egregor, pero este egregor tendrá nuestra observación, y solo se permitirá la entrada a aquellos cuyos corazones estén brillando, estén dentro de la Luz. ¿Comprendéis?

Así que si vibras algo diferente a la Luz no serás parte de nada. Ni siquiera pierdas el tiempo. No estamos aquí para jugar con abrazos y besos. Todo tiene un gran propósito; y nosotros tenemos un gran propósito para esta reunión. ¿Cuál es? No necesitas saberlo. ¿Cuál es el objetivo? Lo que importa es lo que vas a vivir y cómo vas a participar.

No os preocupéis por nada, todo está dirigido por nosotros. Simplemente abrid vuestros corazones. Vivid este momento, vividlo con intensidad, eso es todo lo que hace falta. Todos los que tengan un corazón iluminado participarán, físicamente o de otra manera; no hay problema. Lo que necesitáis ahora es que vuestro corazón esté iluminado, totalmente iluminado.

Dentro del programa que se establezca, habrá un momento en el que los que estéis lejos no podréis participar, y no tiene sentido que estéis enfadados, tristes o con cualquier otro tipo de sentimiento que no permita que la luz vibre. Entraréis en el proceso cuando sea el momento adecuado. Solo tienes que estar preparado. Eso es todo.

Todo se está llevando a cabo desde hace algún tiempo. La casa ya está en orden. Así pues, todo lo que pido a cada uno de ustedes, tanto si estáis físicamente presentes como si no, es que sepáis desempeñar vuestro papel, que sepáis vivir este momento para ustedes mismos y para todos los hermanos y hermanas del planeta. Esto es todo lo que os pido a cada uno de ustedes: corazones iluminados, mentes que estén más allá de lo iluminado, para que podáis participar eficazmente en todo. El resultado será magnífico, pero tenéis que creer en ello. Eso es todo.