¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡SOY SANANDA!

Hoy solo quiero traer más Luz al egregor que se formó ayer durante el Portal.

Cada uno de ustedes está envuelto en esta burbuja de Luz Rosa, de mucho Amor y mucha Luz. Traten de mantener esta energía a su alrededor. Permaneced tranquilos y en paz. No cedáis a los malos sentimientos. Disfrutad de este momento. Tres días pasan rápidamente. Y pronto puedes volver a tus peleas, manías y adicciones. Así que haz un esfuerzo por mantenerte lo más equilibrado posible.

La Luz que ha llegado y sigue llegando a este portal es una Luz poderosa. Es una Luz que expande las conciencias y los corazones. Y al expandir las conciencias, al expandir los corazones, todo lo que te aprisiona; todo lo que te retiene; todo lo que te impide caminar, está siendo destruido. Y, por supuesto, surgen nuevas situaciones. Se abren nuevos caminos. Nuevas opciones, nuevas oportunidades.

Pero no hay que olvidar que es como si abrieras los armarios y cajones de tu mente y de tu corazón. Y todo lo que estaba guardado, en lo que no querías pensar, no querías resolver, no querías mirar de frente, quedará al descubierto. Porque los armarios ya no existen. Los cajones han sido destruidos por esta Luz.

Por eso, muchos de ustedes se darán cuenta de que, tras este gran Portal, aparecerán muchos problemas. Problemas que creíais haber resuelto, pero que vuelven para atormentar de nuevo. Espero que a estas alturas de tu camino os deis cuenta de que no habéis hecho nada malo. Es sólo que todo está al descubierto, para ser mirado y tratado.

Todo lo que estaba guardado no puede ir a la Quinta Dimensión. Necesita ser transmutado en amor, perdón y buenas decisiones. Para que, poco a poco, puedas evolucionar. Y acercarte cada vez más a la Luz y a la Quinta Dimensión.

Así que encara todo lo que se te presente, no con ira; no con desprecio; no lo dejes de lado. Porque como ya no hay cajones ni armarios, corréis el riesgo de tropezar con ellos y caer. Y caeros mal, incluso haceros daño. No, no, no digo que será una caída física; será una caída en el corazón, en la mente. Porque ese problema nunca desaparecerá. No podréis guardarlo y pensar en él más tarde. Estará ahí, danzando delante de ti, provocándote para que lo mires y le prestes atención.

Al igual que muchos de ustedes. La Luz que llegará en estos tres días será capaz de disolver antiguos lazos; lazos profundos en sus almas. Pueden surgir sentimientos que no comprendan. Una ira repentina, que no entenderéis de qué o de quién. Un odio exacerbado; también sin saber de qué o de quién. ¿Y qué debes hacer ahora?

Llámenos. Pídenos ayuda. Para que podamos ayudarte a transmutar estos sentimientos que no comprendes. No hay una sola persona que pida perdón. Entonces, ¿qué puedes hacer? Solo nosotros podemos ayudarte. Así que pide nuestra ayuda. Y estaremos listos inmediatamente para ayudarte. Para superar cada uno de estos momentos.

Yo diría, hijos e hijas míos, que muchos de ustedes han tenido momentos muy extraños. Y tendréis la sensación exacta de ese momento. No os aterrorices. No os juzguéis. No os odiéis. Este no es el momento. El momento es de perdón. Se trata de mirar esa escena y pedir perdón. Porque hoy te das cuenta y comprendes que no lo volverías a hacer. Pero en aquel momento, en aquella situación, era lo que pensabas que era mejor. ¿Estás ahí para juzgarte? No, estás aquí en otro tiempo, otra época, otra sociedad, otro momento.

Así que no hay juicio. No puede haber juicio. Solo hay perdón. Así que, finalizando estos tres días, no importa lo que surja. No importa si lo ves o no, si lo sueñas o no, si lo sientes o no. No importa. Cualquier reacción que tengas y que no puedas identificar, pide nuestra ayuda. Inmediatamente, limpiaremos todo y esa energía desaparecerá. Y será una carga más que dejarás atrás.

Este es el propósito de la Luz. No es traer problemas. El propósito de la Luz es mostrarte los puntos que aún no han sido tratados y que te están frenando. Cuanta más Luz, más expuestos quedan. Y pueden aparecer todos a la vez. Porque has guardado mucho. Lo guardaste para no olvidar que si algún día volviera a suceder, no cometerás los mismos errores. Pero esa energía se quedó ahí. Y hoy ya no tiene sentido.

Entonces saldrá a la superficie para que podáis liberarla. Y os garantizo, a todos y cada uno de ustedes: que después de la tormenta tendréis días soleados y hermosos. Porque mucho peso quedará atrás. Muchos problemas se resolverán. Ah, y no puedo dejar de recordaros que surgirán nuevos problemas. Porque desgraciadamente, resolviendo unos, ganarás otros.

Pero según tu camino, según tu corazón, serán fáciles de resolver, porque hoy tienes tu conciencia, y sabes exactamente qué postura tomar. Sin enfrentamientos, sin discusiones, sin peleas. Los problemas deben resolverse siempre con Amor; con una forma delicada de hablar; con una forma suave de ponerse; con una forma dulce de exponer el problema. No con ataques. No señalando con el dedo. Recuerda, cuando señalas con el dedo, cuatro se dan la vuelta y te miran.

Entonces sabrás cómo hacerlo. Y los nuevos problemas desaparecerán. Porque ya sabes cómo afrontarlos, ya has aprendido. Y para los que me responden, que aún no han aprendido, solo tendré una respuesta. Si eres nuevo en este viaje, date prisa; date prisa en aprender. Porque el tiempo pasa, y muy deprisa. Si eres veterano y aún no has aprendido, te diría que dejes de juzgarte. Tu ego sigue siendo enorme. Por eso no puedes hacerlo. Porque te juzgas demasiado. ¿Y eso por qué? Porque sigues juzgando a los demás. Haces todo lo que no deberías hacer. Así que cada vez te resulta más difícil hacer el camino. Pero te diré lo mismo que te dije hace un momento: date prisa, porque el tiempo corre.

Así que, hijos e hijas míos, permaneced en esta energía durante estos tres días. Alejaos lo más posible de aquellos que os sacan de equilibrio. Poneos dentro de un capullo. Recordad que sois seres poderosos. Cread un capullo en torno a sí mismos para que nadie os vea, para que nadie os recuerde, para que nadie tenga sentimientos hacia ustedes. Pero sabed vivir esos momentos.

No te sientas triste ni abandonado, porque nos tienes a tu lado. Y somos muchos, y puedes hablar con nosotros a todas horas. No estarás solo ni sin compañía.

Busca el camino, busca la forma. Pero permanece dentro de la Luz durante estos tres días.

Traducción: Ana Maria Souza

Revisión:  Regiani M. Bugalho