¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY SANANDA!
Y como siempre, estoy agradecido por este momento. Hoy, quiero traerles un tema que ha sido largamente discutido a lo largo de este viaje con ustedes. Me gustaría que cada uno de ustedes, si es posible, realice un experimento. Tengan en su poder dos pequeños plantones de plantas; idénticos, del mismo tamaño, de la misma especie, todo igual. Pongalas en el lugar adecuado, todo en su sitio, con el interés de verlas crecer y desarrollarse. Este experimento no es obligatorio, pero te servirá para comprender lo que voy a explicarte:
Todos los días o de vez en cuando, no hace falta que te comprometas a diario, cuando vayas a regar, coge una de las plantas en la mano y di: “Te quiero. Te envío amor y luz”. Eso es, échale el agua y déjala ahí. Coge la otra planta; por favor, identifica una y otra. Sobre la segunda planta dirás: “Te odio, eres fea, no me gustas”. Y pon agua sobre ella. Observa. Puede ser que el mismo día muera la segunda planta, dependerá de la frecuencia, de la vibración de tu energía; otras pasarán unos días antes de que muera la segunda planta. Mientras que la primera se desarrolla rápidamente.
Entonces, ¿cuál es el sentido de este experimento? La frecuencia que emanas. Digamos que cuando emanas amor, emanas alegría, estás emanando sentimientos compatibles con la Luz, y la intensidad de la vibración es proporcional al grado de alegría en el que te encuentras. Si estás en un día en el que te mueres de risa, tu vibración es ciertamente alta. Pero también puede ser un día en que estés normal, pero emanando amor, tu vibración no será tan alta, pero está en una frecuencia compatible con la Luz, porque estás vibrando amor. Nadie que vibra amor jamás va contra la Luz. No importa lo intenso que sea el amor, serás compatible con la Luz.
Así que si te relacionas con alguien con alegría, con amor, con buena voluntad, con armonía, con celo; todos estos sentimientos son compatibles con la Luz. Entonces estás emanando esta gama vibratoria hacia esa persona y ella la recibirá. No te importa cómo lo reciba esa persona. Pueden estar teniendo un día triste, pero cuando perciban esa banda vibratoria de amor puro, cambiarán su frecuencia porque han ganado una frecuencia positiva, que puede ser suficiente para sacarlos de ese estado.
Y si no fue en ese momento, si sigues emanando esta energía positiva a lo largo del día, puede que seas capaz de sacar literalmente a esa persona de su estado negativo. Si emanas esta energía positiva y la persona ya está en un estado de Luz, genial, juntos estaréis emanando energía al planeta, a más personas a tu alrededor.
Así que date cuenta, si hay alguien que necesita energía positiva, ellos recibirán lo que sea que estés emanando, hasta que llegue al punto en que ellos también la están emanando. Y entonces empiezas a emanar a los que te rodean, porque continúas emanando alegría y amor y ella continúa emanando alegría y amor, este egregor que te rodea crece y no hay límite. Cuanto más emanas, más crece el egregor, y empiezas a influir en tus vecinos, en tus amigos, en tus compañeros de trabajo, en tu propia familia, en los animales, en las plantas, en todo lo que te rodea.
Del mismo modo, si empiezas el día quejándote de todo, refunfuñando, encontrándote aburrido, ¿qué estás emanando? Energías negativas, de baja vibración. Entonces, si el día anterior estabas feliz, llenaste tu casa de energía positiva, este día la consumirás toda, porque estás consumiendo esa energía positiva que había con tus sentimientos de baja vibración. Y lo que es peor, la estás emanando a los que te rodean. Y si esa persona que te rodea tampoco estaba bien, la suma de esas energías negativas no será buena para nadie, y podrá llevar a peleas, sufrimiento, agresividad… todo dependerá del nivel de la energía que se esté emanando. ¿Lo entiendes?
De modo que cuando decimos, vibra fuerte, vibra amor, no estamos hablando de nada imposible, ni de nada que no se pueda probar. Para los que no me creen, hagan la prueba de la plantita. Muchos me preguntarán: “¡Pero así mataste a una planta!” Y yo les digo que murió feliz, porque logró mostrar una gran lección. Su energía fue recogida por esa otra planta. No energía negativa, porque no era negativa. Hiciste que el ambiente que la rodeaba fuera tan negativo que murió. Pero la energía que emanaba de ella tras su muerte fue a parar a otra planta con gran alegría, por haber conseguido mostrarte una lección. No todo es hierro y fuego. Todo tiene un propósito y en este caso, esa planta cumplió su propósito, que era mostrarte una lección.
Así que date cuenta de lo que emanas cuando criticas, cuando juzgas a alguien, cuando te quejas, cuando dices cosas negativas; la energía que emanas consume todo lo positivo a tu alrededor, incluso baja la energía del ambiente. Así que aprende a emanar sólo cosas positivas, a decir frases positivas, a tener pensamientos positivos. No emanen miedo, que es la energía más fuerte que existe, negativamente hablando. Si emanas miedo, este miedo es un vórtice que absorbe rápidamente la energía positiva que hay, porque es muy poderosa. Pero tú no te das cuenta de esto, crees que todo son tonterías, crees que hablamos, hablamos y hablamos, y no hay pruebas de lo que decimos.
Así por tanto, haz el experimento, echa en esa planta lo que emanas durante el día y luego verás el resultado. Te lo advertimos, el miedo está muy extendido en el planeta. No es el microorganismo el que causa todo esto, eres tú. Digamos que en un bosque hay un oso que hace mucho ruido y todo el mundo le tiene miedo. Nadie se atreve a entrar en ese bosque porque sabe que allí hay un oso. Y todo el mundo alrededor emana miedo. Este miedo
alimenta la malicia de ese oso, porque siente esa vibración. Así que se siente cada vez más poderoso. Cuanto más ruido hace, más miedo sienten los que le rodean y cada día se cree más poderoso. Y siempre ruge más y más para sembrar más y más miedo.
Hasta que un día alguien piensa: “¿Cuántos osos habrá?”. Porque piensan que por el rugido de ese oso, hay varios. Así que deciden investigar. Se arman… sí, necesitan protegerse porque al parecer es un oso enorme o hay varios osos. Nadie puede decir nada. Y todos empiezan la caza. Y al final descubren que ese oso enorme, o ese grupo de osos, era sólo un oso, que rugía porque estaba enfermo, porque estaba herido, ese rugido era un rugido de dolor, no amenazador. Y donde estaba, hacía eco, por lo que sonaba como si hubiera varios osos extremadamente peligrosos.
Así que entendamos esta parábola. Los que le rodeaban crearon la fábula del oso. Había uno, había varios, osos enormes, enormes que mataban a todo el que intentaba entrar en el bosque. Y las historias crecieron con el tiempo y aquel oso recibió una energía de miedo tan fuerte que él mismo acabó enfermo, aunque era prácticamente inofensivo.
Entonces, vamos a traer la historia del oso a tu mundo actual. Es un pequeño microorganismo, que ya no tiene malignidad, pero tú alimentas su malignidad. ¿Cómo? Con el miedo que le tienes. Es ese oso que oyes rugir y te lo imaginas enorme, peligroso, aterrador; y el miedo sólo alimenta este virus. El miedo trae consigo todo lo que provoca. ¿Por qué la mayoría de la gente no tiene nada más? Porque ya no sienten el miedo, simplemente aparece como tantas otras enfermedades. Ahora bien, quien vibre el miedo, quien vibre el temor a él, se conectará con su energía negativa. Eso es todo lo que tengo que decir.
Haz tus elecciones. ¿Observa lo que emanas? ¿Miedo a qué? De morir, ¿por qué? Piensa en ello. ¿Qué miedo estás emanando ahora mismo, en este segundo? Y te digo que la energía que estás emanando está alimentando la misma energía en otras personas, creando un gran egregor de miedo por todo el planeta, que destruye rápidamente todo lo que hacemos.
¿Os dais cuenta de lo que estáis haciendo por el planeta y por ustedes mismos? Acusarnos de que no pasa nada es fácil, pero actuar de forma que ayude a todo el proceso, eso no depende de ustedes, es nuestro problema, no el suyo. Bien hecho. No olvidéis que tenéis algo que se llama libre albedrío y que determina lo que ocurre en su planeta, no nosotros.
Así que piensa largo y tendido sobre lo que estás emanando. Piensa largo y tendido. ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué quieres para tu futuro, para el futuro del planeta? Emana lo que quieres para el futuro, porque para nosotros el futuro no existe, es el aquí y ahora. Y todo aquí y ahora se genera en base a lo que se emanó hace segundos. Así que piensa en esta cuestión. Piensa mucho.
Traducción: Ana Maria Souza
Revisión: Regiane Maria Bugalho